Proteger a los refugiados en cuerpo y alma

Por Sharon Samber

HIAS.org

Proteger a los refugiados en cuerpo y alma

Benigo Díaz (C), especialista en salud mental y apoyo psicosocial en HIAS México, dirige una sesión de grupo. Septiembre de 2021. (HIAS México)

Los programas de salud mental de HIAS se han ampliado enormemente en los últimos años. Y con ella, también lo ha hecho la dedicación y el entusiasmo del personal de los servicios psicosociales y de salud mental de HIAS.

Este año, el 10 de octubre, Día Mundial de la Salud Mental, aprendemos de los trabajadores de HIAS en todo el mundo que están ahí para los refugiados en sus momentos más oscuros, las personas que ayudan a los que han sido desplazados repentinamente a sentir que todavía tienen un lugar en el mundo. Son los consejeros que ayudan a los refugiados que han sufrido abusos por ser mujeres, los especialistas en apoyo que ayudan a los solicitantes de asilo en sus largas batallas para recuperar la dignidad y los psicólogos que sostienen las manos de los niños traumatizados por la violencia.

Dimitra Chasioti, psicóloga de la oficina griega de HIAS, que ha ampliado recientemente sus servicios de salud mental, dijo que el equipo de Lesbos intenta aplicar un enfoque holístico y centrado en la persona, ya que considera que la salud mental no debe entenderse simplemente como ausencia de enfermedad mental, sino como un proceso continuo hacia el bienestar y el crecimiento. Chasioti también señaló cómo los problemas personales de salud mental también se ven directamente afectados por las circunstancias sociales y políticas. "Muchas de las preocupaciones de salud mental que la gente comparte conmigo en las sesiones están relacionadas con los procedimientos de asilo", dijo.

Yellicce Rosero, una nueva psicóloga de la oficina de HIAS en Panamá, ofrece a los refugiados y migrantes asesoramiento individual y talleres, principalmente para adultos, sobre regulación emocional, habilidades de afrontamiento y apoyo social, temas que son aún más relevantes hoy en día debido a los efectos de la pandemia. Rosero también imparte clases de sensibilización sobre refugiados y migrantes a niños en las escuelas para reducir la xenofobia y promover un entorno seguro para los niños refugiados y migrantes.

Como asesora de salud mental en Guyana, Hedy Rodríguez Medina aprecia la importancia que HIAS ha dado a los problemas de salud mental y su compromiso con la integración de la atención a la salud mental. Medina ayuda a la gente mediante sesiones de asesoramiento, talleres y grupos de apoyo para tratar temas como la violencia de género y el apoyo familiar y comunitario. También contribuye a la formación de trabajadores de primera línea en temas como primeros auxilios psicológicos y prevención del desgaste profesional.

Michelle Njama, psicóloga de la oficina de HIAS Kenia en Kawangware, señala que el trabajo de los profesionales de la salud mental que atienden a refugiados puede resultar agotador desde el punto de vista físico, mental y emocional. Su lección es pertinente para Chasioti, Rosero, Medina y sus colegas. "Hay que tomarse tiempo para refrescarse y relajarse porque en los trabajos que tratan directamente con personas que han vivido experiencias traumáticas es fácil agobiarse y acabar llevándose el trabajo a casa emocionalmente", dice Njama.

HIAS ha ampliado las actividades de su programa especialmente en Chad, Kenia, México, Venezuela y Colombia, contratando más personal a medida que esas oficinas ven la importancia central de las intervenciones y el apoyo en materia de salud mental, según Yenehun Ashagrie, asesora técnica regional de HIAS en África y Eurasia, y María Cristóbal, asesora técnica regional de HIAS para América Latina. Ambas han observado también el impacto desproporcionado de la pandemia del COVID-19 en los refugiados y migrantes y han apoyado al personal para ayudar a los clientes a reforzar sus mecanismos de afrontamiento.

Una idea errónea muy extendida sobre la atención a la salud mental es que sólo trata problemas como la depresión o la ansiedad, explicó Medina, quien añadió que la salud mental es un estado de bienestar que permite a cada individuo desarrollar su potencial a nivel físico, mental y social.

"Dentro de la comunidad de refugiados es muy interesante ver cómo, a pesar de la adversidad de estar lejos de su lugar de origen, se tejen importantes redes de apoyo, se desarrollan poderosas historias de resiliencia y las personas ponen en marcha todos sus recursos disponibles para proporcionar mejores condiciones de vida para ellos y sus familias, además de trabajar para cumplir sus sueños", afirmó.

Ya se trate de terapia virtual o presencial para los refugiados en Kenia que sufren trastornos emocionales, Njama utiliza intervenciones que tienen en cuenta la cultura y la fe y adapta diversos métodos terapéuticos. Ayudar a los refugiados a comprender que la salud mental es tan importante como la física y animarles a buscar servicios psicosociales profesionales es necesario para su progreso, afirma.

"La salud mental es un tema muy delicado en cualquier cultura, pero suele serlo especialmente en las culturas africanas de las que proceden los refugiados", afirma Njama. "Les han despojado de su poder, y una parte integral del trabajo con ellos implica devolverles ese poder de una manera sana y eficaz".

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