Cada año aumenta el número de personas refugiadas y desplazadas, y muchos gobiernos han puesto en marcha políticas para mantener alejados a quienes buscan seguridad frente a la persecución, la guerra y los conflictos. La mayoría de las personas desplazadas pasan años -e incluso décadas- en un limbo legal.
Los programas de protección legal de HIAS se dedican a garantizar que las personas desplazadas conozcan sus derechos, tengan acceso a servicios de protección y puedan navegar por los sistemas legales, a menudo complicados, que conducen a un estatus permanente y a la seguridad. Con un enfoque en el empoderamiento de la comunidad de refugiados, HIAS trabaja en los Estados Unidos y en todo el mundo para proteger los derechos humanos fundamentales de las personas desplazadas según lo establecido en el derecho internacional. Nos centramos especialmente en garantizar que los más vulnerables -incluidos los niños, las personas sobrevivientes de tortura o violencia sexual y doméstica, y los refugiados con discapacidades- puedan obtener asistencia jurídica intensiva.