El número de personas desplazadas vuelve a alcanzar su máximo histórico

Por Max J. Rosenthal, HIAS.org

El número de personas desplazadas vuelve a alcanzar su máximo histórico

Arelvis Pérez, migrante venezolana, en su tienda de campaña en un campamento improvisado en Bogotá, Colombia, el 12 de junio de 2020.

(Guillermo Legaria/Getty Images)

En 2018, el número de personas desplazadas por la fuerza de sus hogares aumentó a un máximo mundial sin precedentes. En 2019, las cosas no han hecho más que empeorar.

ACNURLa Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) publicó su informe anual Tendencias Globales el 18 de junio y encontró que 79,5 millones de personas en todo el mundo fueron desplazadas por la fuerza en 2019. Eso es un salto significativo desde 2018, cuando el número total alcanzó los 70,8 millones, y ahora representa un 1 por ciento completo de la población mundial.

"Debemos invertir la tendencia actual y ampliar masivamente las vías para que los desplazados forzosos puedan rehacer sus vidas, ya sea en sus países de origen, en terceros países o en sus comunidades de acogida", escribieron los autores del informe, que ACNUR publica cada año con motivo del Día Mundial del Refugiado, el 20 de junio.

Esta tendencia ha hecho que el número de desplazados forzosos en todo el mundo se haya disparado en la última década. En 2010, 41,1 millones de personas se vieron obligadas a desplazarse. Hoy, debido a la guerra en Siria, la violencia en Sudán del Sur, la agitación social en Venezuela y otras crisis a gran escala, la población desplazada por la fuerza casi se ha duplicado. 

Al mismo tiempo, las perspectivas de regresar a casa sanos y salvos o de ser reasentados han retrocedido. "Solo 3,9 millones de refugiados pudieron regresar a su país de origen entre 2010 y 2019", señala el informe. "Esto se compara con casi 10 millones de refugiados que regresaron a casa durante la década anterior y más de 15 millones dos décadas antes".

El informe también señalaba el daño "sin precedentes" -y aún no calculado del todo- que la pandemia de COVID-19 ha causado al sistema mundial de asilo (aunque ACNUR vuelve a permitir viajar a los refugiados reasentados tras una pausa de varios meses). "El mundo ha pasado claramente de una década de soluciones a una década de nuevos y prolongados desplazamientos", escribieron los autores.

Mark Hetfield, presidente y director general de HIAS, se hizo eco de esta advertencia en su respuesta al informe. "El número de refugiados crece mientras la voluntad política de protegerlos y acogerlos corre el riesgo de reducirse. El número de personas desplazadas y en busca de seguridad aumentó un 15% sólo el año pasado: es una situación insostenible", afirmó. A él se unió Enrique Torrella, director regional de HIAS para América Latina y el Caribe. "Este aumento en las cifras evidencia que los Estados deben hacer más para brindar protección a los refugiados y solicitantes de asilo y mitigar las condiciones subyacentes que obligan a las personas a huir", dijo Torrella.

Unos 11 millones se sumaron a las filas de los desplazados en 2019, en particular desde la República Democrática del Congo, el Sahel, Yemen y Siria. Ese recuento también incluyó a "3,6 millones de venezolanos desplazados en el extranjero que enfrentan riesgos de protección, independientemente de su estatus", una categoría que no se había incluido anteriormente en el informe.

Al igual que en años anteriores, el mayor número de desplazados en general -13,2 millones en total- en 2019 procedía de Siria, donde el conflicto aún continúa. Alrededor del 40% de todos los desplazados forzosos en 2019 eran menores de 18 años.

Hetfield subrayó que Estados Unidos, en particular, debe hacer más por quienes necesitan refugio. Entre otras medidas, la administración Trump ha reducido las admisiones de refugiados a un goteo y ha propuesto la práctica destrucción del derecho a solicitar asilo en EE. UU. "Esto es lo que ocurre cuando países como el nuestro no lideran y no acogen", afirmó Hetfield.

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