Para las mujeres trans refugiadas, HIAS puede ser un salvavidas

Para las mujeres trans refugiadas, HIAS puede ser un salvavidas

Purity Paige, refugiada transgénero en Kenia, habla con su pareja en Nairobi el 21 de mayo de 2019.

(Yasuyoshi Chiba/AFP vía Getty Images)

Los refugiados se enfrentan a una amplia gama de retos y peligros, desde conseguir comida y refugio hasta luchar contra la discriminación y la violencia. Las refugiadas transexuales deben enfrentarse a aún más problemas, como la violencia de género, el estigma contraLGBTIQ+ y la explotación sexual.

Cada vez son más las mujeres transgénero que se acercan a HIAS en busca de ayuda, especialmente en Latinoamérica, por lo que su bienestar se ha convertido en una de nuestras principales prioridades. Además de ayudar con necesidades básicas como dinero en efectivo y alimentos, HIAS ha creado programas de formación centrados en las necesidades de las mujeres transgénero, ayudándolas a construir vidas sostenibles y a convertirse en agentes de cambio en sus nuevas comunidades.

"HIAS es el lugar donde puedo volver a soñar", escribió Mery*, una refugiada transgénero venezolana en Ecuador, en su propuesta de plan de negocio.

En Ecuador, hemos incluido a 85 personas vulnerables de LGBTIQ+ en nuestro Enfoque del Modelo de Graduación, o GMA, un programa que ofrece a los refugiados especialmente vulnerables tanto ayuda como formación para superar la pobreza extrema. Los participantes reciben formación empresarial, apoyo en salud mental, capital inicial y otras ayudas que les permiten ganarse la vida de forma estable e integrarse en su comunidad de acogida. En el caso de las mujeres transexuales, la formación se imparte desde una perspectiva de género para atender sus necesidades específicas y garantizar que se sientan seguras.

Nancy*, una de nuestras clientas que participan actualmente en la GMA, se vio obligada a huir de Venezuela por motivos políticos. Aunque en su país era una exitosa gestora de recursos humanos, no pudo encontrar trabajo al llegar a Ecuador y pasó varias noches durmiendo en la calle. Sin embargo, tras ser remitida a HIAS, se unió a la GMA y ahora tiene un negocio de cuidado de uñas. Antes de COVID-19, ganaba lo suficiente para enviar dinero a su madre, y confía en que sus clientes vuelvan gracias a los lazos que ha creado en su comunidad.

HIAS también colabora con PROSA y Fundación Equidad, organizaciones locales que trabajan con personas vulnerables LGBTIQ+ , para impartir formación empresarial en Perú y Ecuador, respectivamente. 

HIAS también enseña a los refugiados interesados a convertirse en movilizadores comunitarios, que pueden ofrecer información precisa sobre el acceso a la atención sanitaria a otros refugiados y a la población local. Mayerli*, una mujer transexual de Venezuela, ha recibido esa formación en Ecuador y ahora disfruta de la oportunidad de hablar con su comunidad sobre los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y LGBTIQ+ personas. Como es seropositiva, quiere ayudar a proteger a sus vecinos tanto de contraer la enfermedad como del estigma que supone vivir con ella.

A través de estos programas, las mujeres transexuales están recibiendo el apoyo que necesitan para llevar una vida segura y digna en los nuevos hogares.

*Seudónimos utilizados para la protección de los clientes.

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