Acogida de solicitantes de asilo en Grecia: Persiste la exigencia de condiciones humanas

ATENAS - Las organizaciones abajo firmantes dan la voz de alarma por el continuo mal funcionamiento del sistema de acogida del país, que priva a solicitantes de asilo y refugiados de acceso a derechos y servicios, en violación de la legislación nacional y de la UE.

En las islas, las instalaciones de acogida (CCAC) siguen en estado de hacinamiento, sobre todo en Kos, donde los recién llegados están sometidos a un régimen de detención informal hasta su registro, sin acceso a un médico tras la marcha del personal sanitario a finales de octubre. La situación es similar en Samos, donde un médico militar ha atendido ocasionalmente las necesidades de casi 4.000 residentes.

La situación es aún más precaria en los puntos de entrada marítima que no están equipados con un CCAC. En estos puntos de entrada, a pesar del flujo constante de llegadas, no existe ninguna disposición por parte de las autoridades competentes del Estado para cubrir ni siquiera las condiciones de acogida más básicas. En consecuencia, el acceso de los recién llegados a derechos fundamentales como el alojamiento, la alimentación y la asistencia sanitaria, obligación y responsabilidad de la administración central, se deja a la discreción de las autoridades locales y de la sociedad civil. La isla de Rodas, que carece por completo de infraestructuras y servicios de acogida y a la que han llegado casi 5.000 personas desde principios de año, es un ejemplo ilustrativo de lo anterior. También se registran violaciones de los derechos humanos de los recién llegados en la isla de Lesbos, donde, al parecer, las personas permanecen detenidas más de un mes tras su llegada. En algunos casos, incluso se les niega el acceso a la atención sanitaria y a la alimentación mientras permanecen detenidas.

En el continente, las instalaciones de alojamiento también han superado su capacidad máxima, lo que ha provocado que incluso solicitantes de asilo extremadamente vulnerables (por ejemplo, víctimas de tortura, trata de seres humanos, familias monoparentales, etc.) no tengan acceso a las condiciones de acogida. En cuanto a los niños, es dudoso que los servicios de protección de la infancia funcionen y en qué medida. Los solicitantes de asilo con necesidades médicas especiales, como diabéticos y cardiópatas, no tienen acceso a tratamiento y nutrición adecuados y/o no son identificados a tiempo, las madres no pueden proporcionar leche a sus hijos y las familias buscan soluciones de autoalojamiento.

Observamos que:

  • La situación actual del sistema de acogida, que repercute en la posibilidad de acceder a otros derechos, como el asilo, no puede repetirse cada vez que aumenta el número de llegadas. El Estado griego, con la ayuda de la UE, debe garantizar de inmediato que se atiendan las necesidades de todos los que buscan protección y que se garantice la sostenibilidad a largo plazo del sistema de acogida, entre otras cosas dotando a las estructuras del personal necesario, en particular personal médico y psicosocial permanente.
  • Es urgente revisar la opción política de poner fin a formas alternativas de acogida, como las que se ofrecían en el marco del programa ESTIA, que hoy podrían haber contribuido de forma decisiva tanto a la descongestión del sistema de acogida como al respeto de la dignidad de las personas que solicitan protección internacional en Grecia.
  • La unilateralidad en la gestión de la cuestión refugio-migración, que en el discurso político público se vincula casi exclusivamente a la prevención de llegadas, exponiendo internacionalmente al país con las denunciadas prácticas de devolución, constituye un fracaso en la gestión de una cuestión compleja, que Grecia y la UE deben gestionar con pleno respeto al Derecho Internacional de los Derechos Humanos y a los principios constitucionales de la Unión Europea. Para ello, especialmente en el contexto de las negociaciones sobre el Pacto Europeo sobre Migración y Asilo, son necesarias iniciativas activas y firmes que garanticen un reparto justo de responsabilidades entre los Estados miembros de la UE, que parecen seguir intentando trasladar la responsabilidad a los Estados de las fronteras europeas, pero también a terceros países, como Libia, Turkiye, Túnez y ahora Albania tras la firma del acuerdo bilateral con Italia, que se caracterizan por un historial cuanto menos controvertido en cuanto al respeto de los derechos humanos tanto de los refugiados como de sus ciudadanos.

Las organizaciones abajo firmantes:

Asociación Arsis de Apoyo Social a la Juventud

Avocats sans Frontières Francia

Días mejores Grecia

Laboratorio Changemakers

Defensa de Niñas y Niños Internacional Grecia (DNI Grecia)

Centro Diotima para los Derechos y la Igualdad de Género

Dråpen i havet/ Stagona

Igualdad de asistencia jurídica

Igualdad de derechos más allá de las fronteras

Fenix Asistencia Jurídica Humanitaria

Consejo Griego para los Refugiados

Foro Griego de Migrantes

Habibi.Works (Sopa y calcetines, e.V.)

HIAS Grecia

Tengo derechos

Servicio Jesuita a Refugiados Grecia (JRS)

Centro Jurídico Lesbos

Solidaridad con Lesbos

Faro de Socorro

Equipo de información móvil

Proyecto Armonía

Refugiados apoyo legal (RLS)

Voluntarios de Samos

Escuela de Estudios Políticos Symbiosis-Consejo de Europa en Grecia

Talasa de la Solidaridad

Yoga y deporte con los refugiados

 

Declaración griega aquí.

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