Tras un arduo viaje, una migrante encuentra esperanza en Guyana

Por Beverly Goldberg

HIAS.org

Alejandra Ortega se prepara para su día y para visitar la oficina de HIAS en Georgetown, Guyana, 12 de junio de 2023. (Fidal Bassier para HIAS)

Alejandra Ortega habla con su hija en Venezuela. 12 de junio de 2023. (Fidal Bassier para HIAS)

Alejandra Ortega se dispone a visitar la oficina de HIAS en Georgetown, Guyana, el 12 de junio de 2023.(Fidal Bassier para HIAS)

El personal de HIAS en Georgetown tiene una buena relación con Alejandra Ortega. 12 de junio de 2023. (Fidal Bassier para HIAS)

Alejandra Ortega se reúne con personal de HIAS en Georgetown, Guyana, 12 de junio de 2023. (Fidal Bassier para HIAS)

Alejandra Ortega aprende mucho del personal de HIAS en Georgetown, Guyana, 12 de junio de 2023. (Fidal Bassier para HIAS)

Alejandra Ortega, asistente habitual a los talleres y eventos de HIAS, habla con un trabajador de HIAS en Georgetown, Guyana, 12 de junio de 2023. (Fidal Bassier para HIAS)

Cuando Alejandra Ortega* salió de Venezuela hace tres años, decidió poner rumbo al este. Los 932 kilómetros que separaban su casa en Ciudad Bolívar (Venezuela) de Georgetown (Guyana) parecían en el mapa un tiro de piedra, pero recorrer esa distancia por tierra no fue nada fácil. El viaje en autobús la llevó a través de las praderas y la selva amazónica hasta Brasil. Desde allí, se dirigió a la frontera con Guyana y, por último, a la capital.

Un número creciente de residentes venezolanos están haciendo de Guyana su hogar. El Plan Regional de Respuesta a Refugiados y Migrantes estimó que en mayo de 2022 residían en Guyana 24.500 personas procedentes de Venezuela, frente a las 7.401 de 2013. Aunque la población migrante en general sigue siendo pequeña, los desafíos son significativos. La Matriz de Seguimiento del Desplazamiento encuestó a venezolanos en Guyana en 2021 y descubrió que el 75% trabajaba en la economía informal y se concentraba en sectores con salarios bajos y condiciones de trabajo difíciles.

Para Ortega, trabajadora sexual originaria de Colombia, emigrar sola a Guyana fue todo un reto. Dejar atrás a sus hijos y nietos en Venezuela -país al que sentía un fuerte apego- fue muy difícil, pero como madre soltera y principal asalariada de su familia, las turbulencias económicas y la violencia endémica la empujaron a huir.

Ortega llevaba pocos meses en Georgetown cuando conoció HIAS Guyana. "Me apunté a un curso de esteticista que encontré en Internet, y mis compañeras de clase hablaban de una organización que ayuda a inmigrantes y refugiados llamada HIAS. Fui a visitarlos, y desde entonces empecé a ir regularmente a talleres y eventos", cuenta.

Ortega ha participado en diversas actividades, desde talleres de alfabetización financiera hasta clases de inglés. Estos recursos son esenciales para ayudar a los refugiados a superar las diferencias culturales y las barreras lingüísticas en su nuevo país.

"El curso de inglés me ha ayudado a prepararme para mis objetivos futuros y también a comunicarme mejor en mi vida diaria", dijo Ortega.

"Tropezar con HIAS es una de las mejores cosas que me han pasado en Guyana".

Alejandra Ortega

Antes de encontrar HIAS Guyana, Ortega tenía problemas de autoestima y sufría periodos de soledad. Su red de apoyo estaba lejos y no sabía a quién acudir.

"Tropezar con HIAS es una de las mejores cosas que me han pasado en Guyana", afirma Ortega. "Me sentía frustrada y tímida y me daba miedo hablar con confianza porque temía que la gente me juzgara. Ahora me siento mucho más segura de mí misma". HIAS también le ha proporcionado la tranquilidad de saber que si alguna vez sufre violencia mientras trabaja con clientes, sabe a quién acudir.

Contar con el apoyo de HIAS Guyana ha ayudado a Ortega a sentirse esperanzada lejos de casa, aunque sus seres queridos estén lejos. Sin embargo, HIAS no es lo único que le gusta a Ortega de su nuevo país de acogida.

"Me encanta la comida de aquí, es deliciosa", dice. "El arroz kitchri con leche de coco y lentejas está buenísimo. También me encanta el pollo al curry guyanés con pan roti".

Ortega también considera que su nuevo hogar es un lugar donde puede decir lo que piensa.

"En HIAS aprendí que los migrantes como yo tenemos derechos y que tenemos derecho a ser escuchados", dijo. "Eso me da poder".

*Seudónimo utilizado para la protección del cliente.

Buscar en HIAS