Más de 200 supervivientes y descendientes del Kindertransport piden apoyo para los refugiados

Por Rachel Nusbaum, HIAS.org

Más de 200 supervivientes y descendientes del Kindertransport piden apoyo para los refugiados

Un joven refugiado llega al campo de Dovercourt Bay para niños judíos en Essex el 2 de diciembre de 1938. Él y otros 5.000 niños de entre cinco y diecisiete años son trasladados al campo desde la Alemania nazi como parte del programa de rescate Kindertransport de antes de la guerra.

(Fred Morley/Fox Photos/Hulton Archive/Getty Images)

El 13 de febrero, más de 200 supervivientes y descendientes del Kindertransport enviaron una carta al presidente Trump, instándole a mantener las puertas de Estados Unidos abiertas a los refugiados de hoy.

Tras señalar que "más de 10 millones de los 21 millones de refugiados actuales son niños", la carta insta al presidente Trump a mantener abiertas las puertas de Estados Unidos a los refugiados. Dice, en parte:

En los meses previos al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, casi 10.000 niños fueron enviados desde la Alemania nazi, Austria, Polonia y Checoslovaquia a Gran Bretaña. Las vidas de estos niños -nuestras vidas y las de nuestros padres y abuelos- se salvaron gracias al movimiento Kindertransport.

Somos una pequeña parte de la historia del Holocausto, pero una parte importante. Los Kindertransports sólo salvaron a 10.000 niños, una cifra pequeña comparada con el millón y medio de niños que fueron asesinados. Sin embargo, los niños que se salvaron pudieron ir a un país amigo no gracias a la suerte, los contactos o los subterfugios, sino a la voluntad del pueblo británico y de sus dirigentes electos. Esto demuestra que, incluso en los peores momentos, se pueden tomar medidas para salvar vidas.

"Louis, con los últimos supervivientes judíos, fue rechazado", declaró Anne Kelemen, superviviente del Kindertransport y una de los más de 200 firmantes de la carta.

"Desgraciadamente, nadie en el gobierno estadounidense habló en aquel momento en nombre de nuestro pueblo. Hoy alzamos la voz y exigimos que nuestro gobierno trate a los refugiados con la compasión que merecen", afirmó Kelemen.

La carta fue coordinada por la Asociación Kindertransport,una organización sin ánimo de lucro que reúne a niños refugiados del Holocausto y a sus descendientes.

"Después de la Segunda Guerra Mundial, el precio de mantener las puertas de Estados Unidos cerradas a los refugiados por miedo se hizo evidente. Somos de los pocos que fueron acogidos por un país y sus ciudadanos y, por tanto, sobrevivieron", escriben.

Los niños del Kindertransport se convirtieron en "productivos ciudadanos estadounidenses, entre ellos dos premios Nobel, muchos empresarios de éxito, profesionales del cine y el teatro, profesores, artistas, escritores, médicos y filántropos", señala la carta.

"Los refugiados de hoy no son diferentes. Huyen de una violencia indescriptible y lo han perdido todo excepto la esperanza y el deseo de estar a salvo y ser libres."

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