La enmienda Lautenberg: Un salvavidas para las minorías religiosas de Irán
Por Sarah Baradaran, Becaria de Política de Refugiados
12 de noviembre de 2014
Quizá el valor más importante que mi familia me inculcó mientras crecía es que "fuimos los afortunados". Tuvimos suerte de salir de Irán pocas semanas antes de la caída del Sha en 1979. Tuvimos suerte de tener familia en Israel, el único lugar donde podíamos refugiarnos mientras solicitábamos ir a Estados Unidos. Tuvimos suerte de tener familia con la que reunirnos una vez que llegamos a Estados Unidos. Por último, tuvimos suerte de que nos concedieran la nacionalidad y de empezar de cero cuando nos mudamos a Los Ángeles, donde vive la mayor diáspora persa del mundo.
Estoy orgulloso de ser iraní-estadounidense de primera generación. Estoy igualmente orgulloso de formar parte de la comunidad judía iraní de 2.500 años de antigüedad.
Por desgracia, algunos iraníes no tuvieron tanta suerte.
Desde la caída del Sha, los iraníes que no pudieron marcharse fueron testigos del fin de la tolerancia religiosa en Irán. A día de hoy, la ONU, el Departamento de Estado de Estados Unidos y las ONG internacionales informan continuamente de que judíos, bahaíes, cristianos y casi todas las minorías religiosas no chiíes sufren persecución religiosa en Irán.
La Enmienda Lautenberg, que lleva el nombre del difunto senador de Nueva Jersey y defensor de los refugiados Frank Lautenberg, ha sido el único salvavidas del que han podido escapar muchas de las minorías religiosas de Irán. La Enmienda se promulgó como parte de la Ley de Asignaciones de 1990 e inicialmente facilitó el reasentamiento de personas procedentes de la antigua Unión Soviética y del sudeste asiático. En 2004, las minorías religiosas de Irán se añadieron a la Enmienda.
La legislación expira al final de cada año fiscal y debe renovarse para evitar una caducidad que pondría en grave peligro a las minorías religiosas iraníes. HIAS trabaja con socios de la comunidad judía de forma continua para garantizar que el Congreso prorrogue la legislación, pero este año caducó el 30 de septiembre. Con el Congreso de nuevo en sesión esta semana y tomando decisiones críticas sobre el presupuesto del próximo año, es imperativo que nuestros legisladores amplíen la Enmienda Lautenberg tan pronto como sea posible cuando regresen a Washington.
Como estadounidense de primera generación, e hija de dos inmigrantes iraníes, me siento honrada de que mis padres estuvieran entre los afortunados. Y estoy igualmente agradecida de que HIAS esté ahí cada año para luchar por la protección y los derechos de los que no tienen tanta suerte.