HIAS consigue asilo para un tayiko perseguido por convertirse al cristianismo
Sep 14, 2014
HIAS se enorgullece de anunciar que a un cliente, un cristiano converso de Tayikistán que fue encarcelado y torturado por introducir biblias en el país, se le ha concedido asilo en Estados Unidos.
AG vino por primera vez a Estados Unidos como estudiante de intercambio de secundaria en 1994 y regresó para cursar estudios universitarios.
Mientras estudiaba, le ofrecieron un empleo estableciendo operaciones en Estados Unidos para una empresa de Tayikistán. Mientras vivía aquí, se interesó por el cristianismo, que se consolidó por el consuelo que le proporcionó cuando murió su padre.
En un viaje a su país en 2008, AG se llevó 15 biblias que pensaba regalar a un amigo ruso. Cuando las autoridades de Tayikistán las descubrieron, lo detuvieron por infringir una ley local que, de hecho, prohibía a los musulmanes transportar libros religiosos sin permiso. Fue detenido y torturado hasta que una organización local de derechos humanos consiguió su liberación.
AG se marchó para reincorporarse a su puesto en Estados Unidos, pero regresó a casa sólo unas semanas después, cuando se enteró de que la tumba de su padre había sido objeto de actos vandálicos. Fue detenido de nuevo en Tayikistán, esta vez en posesión de su propia biblia. Fue interrogado y torturado durante unos 10 días.
Cuando AG fue puesto en libertad, fue con la advertencia de que si se le volvía a sorprender con material cristiano, sería internado involuntariamente en un centro psiquiátrico. Una semana después, AG viajó a Moscú con su esposa y sus dos hijos para bautizarse. Al día siguiente, la policía se presentó en su casa de Tayikistán y dijo a su hermano que habían venido a llevárselo para someterlo a tratamiento psiquiátrico. AG regresó a Estados Unidos para solicitar asilo.
HIAS proporcionó a AG representación legal gratuita en el marco de nuestro Programa PRINS, que ayuda a profesionales perseguidos, así como a científicos, académicos y artistas que necesitan asilo.
Ya instalado en Estados Unidos, AG dice que él y su familia están viviendo su sueño americano. Es director de una empresa de logística de Brooklyn y tiene previsto hacer un máster en Administración de Empresas. Su mujer trabaja como supervisora en una guardería y sus hijos sacan sobresalientes en el instituto. AG lo llama el cuadro familiar perfecto.