HIAS se une a la Carta Nacional Judía en defensa de la aprobación de la Ley DREAM
31 de octubre de 2017
Estimado miembro del Congreso,
Nosotros, las agencias y organizaciones judías nacionales abajo firmantes, estamos profundamente preocupados por los 800.000 jóvenes inmigrantes indocumentados que pronto estarán en riesgo de detención y deportación a menos que el Congreso actúe rápidamente para proporcionar protección permanente. Le instamos a copatrocinar la ley bipartidista Dream Act de 2017 (S. 1615/H.R. 3440) y apoyar la aprobación de un proyecto de ley limpio sin disposiciones de seguridad fronteriza o de aplicación de la ley no relacionadas cuando se someta a votación.
La tradición judía nos inculca el compromiso de proteger a los vulnerables y acoger al extranjero. Tenemos una larga historia de compromiso activo en el apoyo a inmigrantes y refugiados y en el desarrollo de la política de inmigración de nuestra nación. La comunidad judía ha disfrutado de oportunidades sin precedentes en esta nación, pero recordamos las luchas a las que se enfrentan los nuevos inmigrantes. Estamos unidos en la creencia de que, como sociedad, compartimos el deber moral y cívico de ayudar a crear las mismas oportunidades para que la próxima generación comparta el Sueño Americano.
Si bien la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) proporcionó un alivio temporal, creemos que estos jóvenes merecen la oportunidad de vivir, estudiar y trabajar en los Estados Unidos sin el temor constante a la deportación. Con DACA programado para terminar en marzo de 2018, ahora se enfrentan a una posible detención y deportación a países que pueden no conocer o recordar. La Dream Act de 2017 permitiría a los jóvenes inmigrantes indocumentados traídos a Estados Unidos cuando eran niños -con una edad media de seis años y medio- obtener la residencia permanente y, con el tiempo, una vía hacia la ciudadanía para aquellos que trabajan, asisten a la universidad o sirven en nuestras fuerzas armadas. Para muchos, Estados Unidos es el único hogar que conocen. Los participantes en la DACA compartieron voluntariamente su información personal con el gobierno federal, pagaron las tasas requeridas y superaron exhaustivas comprobaciones de antecedentes. Poner fin a las protecciones infligirá un sufrimiento innecesario, separará familias y costará miles de millones a nuestra economía durante la próxima década.
No debemos permitir que el destino de más de 800.000 jóvenes inmigrantes se utilice como moneda de cambio. Le pedimos que copatrocine y apoye la aprobación inmediata de una Dream Act limpia.
Atentamente,