Los peruanos, golpeados por las recientes inundaciones, reciben una ayuda
Por Jennie van den Boogaard
Responsable de Comunicación Internacional
25 de mayo de 2023
El ciclón Yaku, un terremoto y "El Niño Costero", que provoca lluvias torrenciales, confluyeron en Perú para provocar fuertes inundaciones y deslizamientos de tierras. Dos meses después, los habitantes de las zonas afectadas siguen luchando contra la crisis medioambiental. El desastre ha sido especialmente grave en las regiones costeras del norte de Lambayeque, Piura y Tumbes, así como en la capital, Lima, donde miles de personas han perdido sus hogares y se han visto desplazadas.
Hasta ahora, 30.000 viviendas han quedado destruidas o siguen inhabitables, y al menos 99 personas han muerto. Todavía hay 247.000 personas que necesitan ayuda desesperadamente. "Se trata de un tipo particular de emergencia", afirma Diego Gómez, responsable de la respuesta de emergencia de HIAS en Perú. "No es como un huracán, un terremoto o un tsunami que golpea durante una semana y desaparece. Ha llovido intensamente y de forma intermitente durante meses".
Uno de los problemas más marcados a los que se enfrenta la población es el desplazamiento causado por la falta de vivienda y de acceso a servicios básicos como agua y electricidad. Muchas personas han perdido sus tierras y cultivos, lo que crea un riesgo de inseguridad alimentaria. El retroceso de las aguas de las inundaciones también ha aumentado el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua y por mosquitos, en un momento en que el dengue está está aumentando considerablemente.
"Varios niños con los que hablamos, junto a sus padres, hablaron de que les dolía el estómago y tenían diarrea", dijo Patrick Culver, director de operaciones de emergencia de HIAS. "No hay un acceso claro a asistencia sanitaria".
"No es como un huracán, un terremoto o un tsunami que golpea durante una semana y desaparece. Ha llovido intensamente y de forma intermitente durante meses".
Diego Gómez
HIAS ha estado trabajando en el terreno con personas migrantes y poblaciones locales afectadas por las inundaciones y los deslizamientos de tierra desde que el gobierno peruano declaró el estado de emergencia en marzo. Sus necesidades son significativas: el 80% de las personas migrantes y refugiadas viven en distritos donde las inundaciones y los deslizamientos de tierras han causado daños significativos, lo que ha provocado el doble desplazamiento de ciertas poblaciones. "Las comunidades de acogida y las comunidades de migrantes en Perú están viviendo la misma crisis. Como migrantes, conocer sus derechos legales, el acceso a la asistencia sanitaria, a alimentos y agua, y a refugios es fundamental", afirmó Culver.
Se han comprado kits de higiene, agua potable y ropa impermeable, como botas de lluvia y chaquetas, para los habitantes de las zonas afectadas, y el personal ha ido de puerta en puerta para prestar asistencia directa a las poblaciones. HIAS ha proporcionado intervenciones basadas en dinero en efectivo a las personas vulnerables, y actualmente está buscando oportunidades de subvención para ampliar este esfuerzo. HIAS Perú también ha compartido materiales de advertencia de inundaciones y previsiones meteorológicas en las redes sociales para ayudar a las poblaciones locales a prepararse para condiciones extremas.
HIAS Perú ha trabajado con organizaciones socias y organismos gubernamentales en Lima, Trujillo, Chiclayo y Tumbes para llegar a las personas que necesitan ayuda urgente y asistencia más a largo plazo. "La ventaja de HIAS Perú es que ya estábamos en estas comunidades y podíamos llegar más fácilmente a la gente. Ya tenemos programas e infraestructura en estas zonas", dijo Culver.