HIAS insta a Israel a adoptar un sistema de asilo humano

La semana pasada asistí al lanzamiento formal de las "Afirmacionespara líderes religiosos" en el 9º Congreso Mundial de Religiones por la Paz. Las Afirmaciones, un documento que HIAS ayudó a redactar a principios de este año, hacen un llamamiento a los líderes religiosos de todo el mundo y de todas las religiones para que acojan, protejan y honren a los refugiados en sus comunidades. Me sentí orgullosa de estar junto a mis colegas y tuve una sensación de esperanza por la difícil situación de los refugiados en todo el mundo.

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de las entidades no gubernamentales, incluso los países más democráticos luchan contra la protección de los refugiados, a menudo socavándola sutilmente. Un nuevo proyecto de ley presentado ante la Knesset de Israel es especialmente preocupante.

En septiembre, el Tribunal Superior de Israel dictaminó que detener a solicitantes de asilo sin juicio durante un mínimo de tres años viola la Ley Básica sobre Dignidad y Libertad Humanas de Israel. Esta decisión fue alentadora para los defensores de los refugiados de todo el mundo, y está en consonancia con las directrices sobre detención de la Agencia de la ONU para los Refugiados.

La nueva medida, que pasó su primera lectura en la Knesset el lunes, y se espera que se apruebe la semana que viene, eludirá la sentencia unánime del Tribunal Supremo israelí.

Según el borrador de la nueva ley, los solicitantes de asilo que no puedan ser deportados por peligro para su vida o su libertad serían trasladados a un "centro abierto", tras un año en detención administrativa. Algunos solicitantes de asilo que actualmente no están detenidos también podrían ser objeto de este acorralamiento.

Los informes de los medios de comunicación indican que probablemente serán enviados a Sadot, en el desierto del Néguev, que será gestionado por el Servicio de Prisiones israelí, donde deberán presentarse tres veces al día para evitar el trabajo o la fuga, y no habrá límite en la duración de la estancia.

El Tribunal Superior fijó el 15 de diciembre como fecha límite para que 1.750 solicitantes de asilo y migrantes fueran examinados individualmente para su puesta en libertad. Este proyecto de ley es claramente un intento de eludir la decisión del Alto Tribunal.

Esta semana, HIAS y otras trece organizaciones judías cuya misión es promover los derechos humanos entregaron una carta abierta a la Oficina del Primer Ministro de Israel y a la Embajada de Israel en Washington, DC. En ella se insta al gobierno a volver a comprometerse con el diseño y la aplicación de políticas de asilo que sean coherentes con las decisiones del propio poder judicial independiente de Israel y con sus obligaciones de derecho internacional.

Israel tiene una gran oportunidad de implantar un sistema de asilo completo, humano y eficaz si sigue la sentencia del Tribunal Supremo y no aprueba este proyecto de ley.

 

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