HIAS lanza un proyecto piloto para dar la bienvenida a los refugiados

Por HIAS

¿Y si recoger toda tu vida y a tu familia y trasladarte a un nuevo país con una cultura y un idioma muy diferentes fuera tu única forma de sobrevivir? ¿Y si, al llegar, la gente de tu nueva comunidad tratara activamente de impedir que personas como tú, refugiados, se quedaran en su ciudad?

Este escenario no es sólo hipotético. En todo Estados Unidos, el aumento de las actividades de los gobiernos estatales y locales contra el reasentamiento está creando un entorno hostil para quienes llegan a sus nuevas comunidades y amenazando la capacidad de Estados Unidos para reasentar a los más vulnerables.

En los últimos años, funcionarios del gobierno se han opuesto al reasentamiento en varios estados. El mes pasado, el alcalde de Springfield (Massachusetts) se opuso al reasentamiento de refugiados en la ciudad, afirmando que suponen una carga para los recursos municipales y pidiendo al Departamento de Estado estadounidense que detuviera el flujo de refugiados.

Estados Unidos tiene un largo historial de protección y asistencia a los refugiados, es decir, a las personas que se encuentran fuera de su país y tienen fundados temores de ser perseguidas en su país de origen por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opinión política. De los más de 15 millones de refugiados en todo el mundo que han huido de sus países, pocos pueden volver a casa y sólo el uno por ciento son reasentados en un tercer país. A través del Programa de Admisión de Refugiados de Estados Unidos, en las últimas décadas este país ha ayudado a millones de refugiados a empezar una nueva vida segura en Estados Unidos.

Un informe que HIAS publicó este año con el apoyo de la Fundación J.M Kaplan, Resettlement at Risk: Meeting Emerging Challenges to Refugee Resettlement in Local Communities (Reasentamiento en peligro: afrontar los nuevos retos del reasentamiento de refugiados en las comunidades locales)destaca algunas de las nuevas formas en que el reasentamiento de refugiados ha afectado a las comunidades y explora el aumento de la actividad del sentimiento antirrefugiados en Georgia, New Hampshire y Tennessee. Según el informe, "en los últimos años, a medida que los estados y las localidades han experimentado elevadas tasas de desempleo y graves carencias presupuestarias y se han impulsado leyes antiinmigración en todo el país, algunas comunidades han empezado a cuestionar los costes del reasentamiento y a oponerse a la llegada de nuevos refugiados." El informe concluye que estas preocupaciones se ven exacerbadas por el temor a los recién llegados que son cultural y religiosamente diferentes, su impacto en el modo de vida establecido de una comunidad y el hecho de que muchos refugiados reasentados en la actualidad son musulmanes.

Para ayudar a combatir el sentimiento y las actividades antirrefugiados, HIAS, junto con varios socios -el Centro de Lingüística Aplicada; el Servicio Mundial de Iglesias; los Servicios Luteranos de Inmigración y Refugiados; el Comité Estadounidense para los Refugiados y los Inmigrantes; y la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, en estrecha colaboración con Welcoming America y Refugee Council USA- lanzó el proyecto The Linking Communities Project: Creating Welcome for Refugees (o Proyecto TLC). El objetivo de este proyecto piloto es poner en práctica algunas de las recomendaciones del informe Resettlement at Risk (Reasentamiento en peligro ) mediante la creación y el apoyo de capacidades a nivel nacional y local para generar y mantener un amplio compromiso con el reasentamiento en las comunidades locales.

La iniciativa pretende concienciar a las comunidades sobre los beneficios del reasentamiento, evitando así de forma proactiva las reacciones negativas. Ohio y Pensilvania fueron seleccionados como estados piloto del proyecto por su historial de reasentamiento, la diversidad de comunidades que acogen a refugiados (desde grandes ciudades a pueblos relativamente pequeños), la diversidad política y otros factores.

El proyecto TLC se puso en marcha en julio en Washington, DC, con una reunión de socios del proyecto, representantes de organismos nacionales de reasentamiento y otros, y partes interesadas de Ohio y Pensilvania. En los próximos meses, el proyecto contará con la participación de más partes interesadas de Ohio y Pensilvania. En diciembre, los participantes se reunirán en una jornada de formación y estrategia en cada estado para aprender nuevas técnicas y buenas prácticas, y crear y ampliar redes a través de las cuales puedan implicar a sus comunidades. El proyecto proporcionará financiación a grupos locales para apoyar parte de este trabajo. Al término del proyecto, HIAS y los socios del proyecto compartirán las lecciones aprendidas y las mejores prácticas con las agencias de reasentamiento de refugiados y otras partes interesadas de todo el país para fomentar entornos acogedores para los refugiados.

Al poner de relieve los muchos beneficios que los refugiados aportan a las comunidades y crear conciencia sobre el reasentamiento de refugiados en las comunidades locales, el Proyecto TLC pretende ampliar el apoyo, reforzar la acogida y evitar más reacciones negativas.

Lea el informe: Reasentamiento en peligro: Cómo afrontar los nuevos retos del reasentamiento de refugiados en las comunidades locales.

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