Por qué un abogado de California volvió a Grecia para ayudar a los refugiados
Por Gabe Cahn, HIAS.org
11 de octubre de 2017
"Nunca había conocido a un sirio, iraquí o afgano", afirma Paula Kasler, abogada del norte de California que tiene su propio bufete de asesoramiento a empresas de ciencias de la vida.
"Para mí era muy importante que no fueran sólo un grupo generalizado de personas de las que oímos hablar en las noticias y luego aprendemos a temer o discriminar".
A principios de 2016, cuando la campaña presidencial estadounidense empezaba a fomentar estereotipos negativos sobre los musulmanes y los refugiados de Oriente Medio, Kasler consideró que los estadounidenses debían luchar contra esas inclinaciones porque, en sus palabras, "cada vez era más difícil hacerlo."
Kasler viajó a la isla griega de Lesbos por primera vez en la primavera de 2016 como voluntaria independiente. Quería ayudar a los refugiados que huían de Turquía en pateras antes de intentar llegar al norte de Europa. La inspiración le vino de una amiga que estaba allí, en la isla, con la organización de ayuda israelí IsraAID, como voluntaria en honor a sus abuelos, que habían sido refugiados en la Segunda Guerra Mundial huyendo de la Alemania nazi.
Kasler llegó a Lesbos justo cuando entraba en vigor el acuerdo entre la UE y Turquía y tanto las ONG como los voluntarios independientes abandonaban la isla en señal de protesta. Los países de la Unión Europea habían cerrado sus fronteras a los refugiados, y los que habían conseguido llegar a islas como Lesbos fueron trasladados a la Grecia continental para ser alojados en campos de refugiados.
Buscó otras formas de hacer voluntariado en Grecia y encontró un campo de refugiados en el norte del país, cerca de la ciudad de Ioannina, que necesitaba voluntarios desesperadamente. Encontró un apartamento, compró un billete de avión y en pocos días, junto con otros voluntarios, estaba trabajando en el campo de refugiados de Katsikas. Sus tareas incluían actividades como ayudar a los refugiados a lavar su ropa a mano cada día.
Fue en una época en la que no había muchos voluntarios estadounidenses sobre el terreno. Como cuenta Kasler, "cuando los refugiados se enteraron de que yo era estadounidense, no lo podían creer y les encantó".
Sin embargo, una de las mayores frustraciones de Kasler mientras trabajaba en el campo era que no podía ofrecer nada de su ayuda o asesoramiento jurídico profesional a los refugiados.
"Fue terrible decirles a los refugiados que era abogada, ver cómo se les iluminaba la cara de esperanza y luego tener que explicarles que no podía ayudarles porque era abogada estadounidense y no conocía la legislación sobre refugiados ni sobre la solicitud de asilo en la UE", explicó.
"Me inspiró para volver a Grecia y aprender todo lo que pudiera sobre el sistema jurídico, para poder ser de alguna ayuda".
Un año después, en julio de 2017, Kasler regresó a Lesbos donde, con la ayuda de otro voluntario que había conocido y que resultó ser un antiguo empleado de HIAS, pudo poner en práctica sus conocimientos jurídicos como voluntaria directamente con el equipo de HIAS Grecia.
Sus principales responsabilidades consistían en ayudar a los abogados griegos que trabajaban para HIAS a generar "información sobre el país de origen", que son informes necesarios para respaldar las solicitudes de asilo en Grecia. Por ejemplo, si un cliente decía a la HIAS que había sido profesor en Afganistán y que los talibanes lo habían perseguido por enseñar a niñas, la HIAS tendría que encontrar material fiable y publicado que corroborara su afirmación, reforzando así sus posibilidades de obtener asilo.
Kasler también pudo mantenerse en contacto con muchos de los refugiados que había conocido en Grecia en 2016, la mayoría de los cuales habían sido reubicados desde entonces en otros países de la UE, algoque desearía que fuera posible para más población refugiada y solicitante de asilo que vive en Grecia.
Pero para quienes viven en Lesbos, la mejor opción es conseguir asilo en Grecia, y HIAS Grecia ha tenidomucho éxito con las personas con solicitudes de asilo a las que representa.
Más allá del impacto directo que Kasler tuvo como voluntaria junto al personal de HIAS Grecia para proteger los derechos legales de los refugiados y solicitantes de asilo, dice que también se trata de la concienciación de primera mano sobre la crisis mundial de refugiados que pudo traer de vuelta a casa.
"Cuando haces algo así y vuelves a casa y los estadounidenses empiezan a hablar de esta población de personas, tienes mucha credibilidad cuando puedes decir: 'Estuve allí y puedo decirte cómo son estas personas y de qué huyen'", declaró a HIAS.org.
"Supone una gran diferencia".
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