Adolescentes ganan el estatus con ayuda legal de HIAS: "Sienta bien vivir sin miedo"

Por Yvonne Winer - Especialista en Inmigración, HIAS

Adolescentes ganan el estatus con ayuda legal de HIAS: "Sienta bien vivir sin miedo"

Oliver* (izquierda), Eduardo* (centro) y su prima Nerea* (derecha), que ahora están a salvo y viven con la madre de Eduardo y Oliver en Nueva York. HIAS representó a los niños ante los tribunales y, tras un tumultuoso proceso, consiguió el asilo para los tres.

"Cruzar la frontera... estaba nerviosa y tenía miedo en todo momento. Pero no puedo volver atrás", dijo Nerea Medilla*. Nerea tenía sólo 17 años cuando se vio obligada a huir de su hogar en Santa Rita, Honduras, junto con sus dos primos, Oliver y Eduardo Castañeda*. Oliver tenía 14 años y Eduardo solo 12 cuando emprendieron juntos el peligroso viaje hacia el norte en 2014.

Nerea, Oliver y Eduardo han sufrido más violencia de la que debería sufrir cualquier niño. En Honduras, fueron acechados por la MS13, una conocida banda callejera, y se mudaron a casa de sus tíos en una ciudad vecina para intentar escapar. Pero eso fue sólo el principio.

"Tenía mucho miedo de que me deportaran a Honduras", recuerda Nerea. Desde entonces le han diagnosticado trastorno de estrés postraumático. HIAS representó a los niños ante los tribunales y, tras un tumultuoso proceso, consiguió el asilo para Nerea en diciembre de 2015 y para Oliver y Eduardo en febrero de 2016. Ahora, con la seguridad de que siguen en Estados Unidos, la familia recuerda las circunstancias que les obligaron a huir.

En 2007, el acoso de las bandas llegó a tal punto que Luz*, la madre de Eduardo y Oliver, huyó a Nueva Jersey, donde tenía familia. Obligada a dejar atrás a sus hijos, Luz se lamentó: "Estaba sufriendo mucho en Honduras: psicológicamente, mentalmente".

La MS13 continuó siguiendo y amenazando a su marido en Honduras. Eduardo y Oliver lo describían como una "persona buena y moral". Trabajaba como taxista. El 9 de enero de 2011, la MS13 lo asesinó.

Después de que Luz huyera a Nueva Jersey, Eduardo, Oliver y Nerea quedaron a merced del tiránico padre de Nerea, Daniel.

Oliver describe a Daniel como un hombre bajo y gordo que a veces llevaba barba y que trabajaba en la construcción. Con frecuencia, Daniel maltrataba verbal y físicamente a todos los habitantes de la casa, desde azotarles con un cinturón hasta obligarles a mantener posturas de tensión o cortarles con cuchillos de cocina. Daniel sometía a su familia a un sufrimiento inconmensurable y justificaba su crueldad diciendo que los niños no hacían bien las tareas domésticas o llegaban demasiado tarde del colegio.

En una ocasión, Daniel apuñaló a Eduardo en la pierna con un atizador caliente. Cuando lo llevaron para tratarlo, Eduardo tenía demasiado miedo para contarle al médico lo que le había pasado.

Para escapar de la brutalidad de Daniel, los niños huyeron. Juntos recorrieron Latinoamérica hasta reunirse con Luz en Nueva York. Están muy contentos de volver a vivir juntos.

"Me sentía mal viviendo en Honduras porque siempre nos amenazaban. Me siento bien viviendo en Estados Unidos, sin miedo", dijo Oliver.

"Estoy muy contenta de estar aquí legalmente. Hay más oportunidades aquí en Estados Unidos y HIAS nos ayudó con todo lo que necesitábamos", dijo Nerea. "Es extraño para mí. Nunca imaginé que conseguir el asilo ocurriría, y en tan poco tiempo".

"¡Todo el mundo debería ir a HIAS!" añadió Oliver.

Todos los niños van ahora a la escuela y aprenden inglés. Ahora también tienen esperanzas de un futuro más prometedor. A Oliver y Eduardo les gusta estudiar mecánica, y Nerea aspira a ser médico o enfermera.

"No tengas miedo de contar tu historia y lucha por lo que quieres", aconseja Luz. 

*Los nombres han sido modificados para proteger la intimidad de los clientes.

¿Reside en Nueva York o en el área metropolitana de Washington, D.C.? Si usted o alguien que conoce necesita ayuda con un caso de asilo, envíe un correo electrónico a legalhelp@hias.org para obtener más información.

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