Conozca al refugiado que me inspira a vivir por debajo de la línea

Sé que no nos conocemos, pero espero que te unas a mí en una campaña para cambiar el mundo. 

Hace veinticinco años, mis padres eran refugiados judíos y me trajeron a Estados Unidos desde Ucrania con la ayuda de HIAS. Crecí americanizada, haciendo exactamente el tipo de cosas que mis padres soñaron para mí: asistiendo a una escuela judía y a un campamento de verano, graduándome en la universidad y abriendo mi propio camino en la vida. El año pasado vine a trabajar para HIAS y, en mi primer viaje sobre el terreno, conocí a Aisha en un campo de refugiados del este de Chad. Aisha y yo tenemos la misma edad, ambas somos minorías religiosas y podríamos haber tenido vidas similares. Pero no es así.

Aisha es de Darfur y escapó por poco de un destino espantoso cuando la milicia Janjaweed invadió su aldea. Casi una década después, Aisha lucha contra la pobreza extrema y debe depender de HIAS para su subsistencia básica. Sin embargo, habla de sus sueños ilimitados para su hijo recién nacido. Ella es mi fuerza motriz para Vivir por debajo de la línea.

Del 28 de abril al 2 de mayo, me uniré a miles de personas de todo Estados Unidos que vivirán con 1,50 dólares al día durante cinco días para concienciar sobre la extrema pobreza a la que Aisha y 15 millones de refugiados se enfrentan cada día, y para recaudar fondos para HIAS para que podamos seguir ayudándoles. Como refugiada traída por HIAS, y como alguien que ha conocido de primera mano a muchos refugiados como Aisha, sé lo dura que es realmente su lucha.

Te invito a que te unas a HIAS y a mí y ayudes a difundir este apasionante movimiento. Juntos, podemos pasar por debajo de la línea para que los refugiados puedan superarla.