Las condiciones meteorológicas extremas ilustran el riesgo del cambio climático para los refugiados
Por Matt Schiavenza
Redactora jefe, HIAS.org
11 de octubre de 2024
En las dos últimas semanas, sucesivos huracanes han azotado el sureste de Estados Unidos, causando cientos de muertos, desplazamientos masivos y daños por valor de miles de millones de dólares. Tras tocar tierra el 26 de septiembre, el huracán Helene inundó una amplia franja de la región con lluvias torrenciales y fuertes vientos, arrasando ciudades tan al oeste como Asheville (Carolina del Norte), a unas 300 millas de la costa atlántica. Apenas quince días después, el huracán Milton devastó las islas barrera de la costa del Golfo de Florida, dañando importantes infraestructuras en la densamente poblada zona de Tampa Bay e inundando ciudades y pueblos de todo el estado.
Los huracanes no son inusuales en esta parte del mundo, aunque dos de esta magnitud en un lapso de tiempo tan corto se consideran un acontecimiento extraordinario. Sin embargo, hoy en día, lo extraordinario se ha convertido en algo demasiado común, y ninguna parte del mundo se libra de ello. En julio, las peligrosas inundaciones en Chad mataron a más de 300 personas y desplazaron a cientos de miles en todo el país, incluido el personal de HIAS Chad, tanto dentro como fuera de los campos de refugiados. En Rumanía, el mes pasado, la tormenta Boris dañó gravemente un centro infantil gestionado por Inima de Copil, socio de HIAS Rumanía, en el pueblo de Pechea. También en septiembre, las llamadas inundaciones repentinas "sin precedentes" en Nepal mataron a cientos de personas.
Científicos y expertos en políticas están cada vez más convencidos de que el cambio climático global es un denominador común de estos desastres. Un planeta que se calienta está a punto de aumentar tanto la frecuencia como el potencial destructivo de tormentas, inundaciones y huracanes, lo que supone un grave desafío humanitario para las poblaciones marginadas, incluidos los refugiados. Los expertos creen que para 2050, el cambio climático por sí solo podría desplazar a más de 200 millones de personas. Incluso hoy en día, ACNUR calcula que se producen una media de 21,5 millones de nuevos desplazamientos debido a fenómenos meteorológicos.
Los expertos calculan que para 2050, sólo el cambio climático podría desplazar a más de 200 millones de personas.
La relación entre el cambio climático y los desplazamientos implica mucho más que la mera respuesta a las catástrofes. El cambio climático tiene un efecto multiplicador sobre otras fuentes de inestabilidad, como la pobreza, la escasez de alimentos y agua y la disminución del acceso a los recursos naturales. Puede exacerbar los conflictos políticos, la violencia y la delincuencia. Quienes viven en los países menos desarrollados del mundo son los más vulnerables a esta evolución, pero como demuestran los huracanes Helene y Milton, ni siquiera los países ricos son inmunes a estos cambios.
"Las personas, incluidos los refugiados, que viven mes a mes son a menudo inquilinos que carecen de los recursos o seguros para reemplazar las necesidades durante una crisis prolongada", dijo la Dra. Sandra E. Braham, presidenta y CEO de Gulf Coast JFCS, un socio de reasentamiento de HIAS con sede directamente en el camino del huracán Milton que ya ha comenzado a proporcionar asistencia financiera de emergencia y gestión de casos a los miembros de la comunidad afectados por las tormentas. "Estas mismas personas suelen trabajar por horas y corren el mayor riesgo de perder su empleo mientras intentan recomponer las piezas de sus vidas".
La HIAS ha contribuido a documentar para el gobierno estadounidense las formas en que deben tenerse en cuenta los factores climáticos durante las adjudicaciones de asilo y ha presionado al gobierno de Biden para que adopte medidas concretas en torno a la migración forzada por motivos climáticos. No obstante, las organizaciones humanitarias como HIAS aún se encuentran en las primeras fases de abordar el desplazamiento climático y trazar el camino a seguir. Lo que es seguro, dados los acontecimientos de este año, es que el problema no va a desaparecer.