En honor al Día Mundial del Refugiado, los pasantes de HIAS en Washington, D.C. se ofrecieron como voluntarios para acompañar a los refugiados a las reuniones con senadores y representantes en el Capitolio para discutir la legislación que protege a los refugiados. Según cuentan, fue una experiencia increíble.
En honor al Día Mundial del Refugiado, los pasantes de HIAS en Washington, D.C. se ofrecieron como voluntarios para acompañar a los refugiados a las reuniones con senadores y representantes en el Capitolio para discutir la legislación que protege a los refugiados. Según cuentan, fue una experiencia increíble.
En honor al Día Mundial del Refugiado, los pasantes de HIAS en Washington, D.C. se ofrecieron como voluntarios para acompañar a los refugiados a las reuniones con senadores y representantes en el Capitolio para discutir la legislación que protege a los refugiados. Según cuentan, fue una experiencia increíble.
Burundi, sacudido por una oleada de asesinatos y violencia postelectoral, parece cada vez más propenso a descontrolarse. Miles de personas han huido del país, lo que se suma a la ya preocupante situación de los refugiados en la región.
Burundi, sacudido por una oleada de asesinatos y violencia postelectoral, parece cada vez más propenso a descontrolarse. Miles de personas han huido del país, lo que se suma a la ya preocupante situación de los refugiados en la región.
Cuando los paramilitares invadieron su pueblo natal en Colombia*, Paola huyó con sus dos nietos pequeños a Panamá. Para mantenerse a sí misma y a sus nietos, vende tamales hechos con maíz que ella misma cultiva. Ahora su negocio está creciendo, con un poco de ayuda de HIAS.
Cuando los paramilitares invadieron su pueblo natal en Colombia*, Paola huyó con sus dos nietos pequeños a Panamá. Para mantenerse a sí misma y a sus nietos, vende tamales hechos con maíz que ella misma cultiva. Ahora su negocio está creciendo, con un poco de ayuda de HIAS.
"A pesar de lo difícil que era la vida en Kirguistán, nunca me planteé solicitar asilo antes de venir a Estados Unidos", afirma Julia Vinsky. Describió con calma una infancia en la que hubo palizas, costillas rotas, contusiones e incluso un secuestro. Resume sucintamente la actitud de sus padres: "eres judío, así son las cosas".
"A pesar de lo difícil que era la vida en Kirguistán, nunca me planteé solicitar asilo antes de venir a Estados Unidos", afirma Julia Vinsky. Describió con calma una infancia en la que hubo palizas, costillas rotas, contusiones e incluso un secuestro. Resume sucintamente la actitud de sus padres: "eres judío, así son las cosas".
Nuestros clientes tienen una ventaja que muchos menores no acompañados no tienen: un abogado de inmigración que les ayuda a navegar por el sistema. Ana* es una de ellas. A los diez años, con cola de cerdo, una sonrisa rápida y un comportamiento dulce, era difícil conciliar la exuberancia y el espíritu de quinto curso de Ana con la violencia de las bandas de la que fue testigo en El Salvador.
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