Buscar asilo, salvar a un bebé

Por Lindsay Schenk, becaria fronteriza de HIAS

Buscar asilo, salvar a un bebé

Lina y Hank, solicitantes de asilo en Matamoros, México, necesitaban ir a los EE.UU. para el nacimiento de su bebé debido al defecto cardíaco congénito del bebé que requería una cirugía no disponible en México. Septiembre de 2020.

(cortesía de Lindsay Schenk)

Lina* no creía que ni ella ni su bebé fueran a conseguir una nueva vida en Estados Unidos.

Embarazada de ocho meses, Lina había estado esperando en Matamoros (México), justo al otro lado de la frontera de Brownsville (Texas), para solicitar asilo. Su bebé tenía una cardiopatía congénita tan grave que sería necesaria una operación a corazón abierto al nacer para salvarle la vida. La operación prevista es tan compleja que requiere todo un equipo de cirugía cardiotorácica pediátrica, un equipo médico que no existe en México. 

Lina y el padre del bebé, Hank*, fueron perseguidos en su Cuba natal por oponerse al régimen cubano. Huyeron de su país natal y emprendieron el peligroso viaje desde Nicaragua a través de México hasta la frontera con Estados Unidos. Pero cuando llegaron, la pareja se encontró con que la administración Trump había había prohibido a los solicitantes de asilo entrar en el país, supuestamente como medida para controlar el COVID-19.

Global Response Management, o GRM, una organización sin ánimo de lucro que proporciona atención médica a Lina en Matamoros, se puso en contacto con Laura Peña en el Proyecto Pro Bono de Representación de Asilo del Sur de Texas, también conocido como ProBAR. En ProBAR, donde soy becario fronterizo de HIAS, Laura y yo nos preparamos inmediatamente para emprender acciones legales con el apoyo crucial de nuestros colegas. La prohibición de entrada a los solicitantes de asilo faculta al Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) a permitir la entrada en el país de solicitantes de asilo por razones humanitarias, caso por caso. Laura y yo esperábamos conseguir una de esas excepciones para la pareja.

Después de presentar la solicitud, Lina empezó a mostrar signos de parto prematuro. "Nuestra desesperación empeoraba cuanto más tardaba en llegar una respuesta, sobre todo después de los dolores de estómago", recordó Lina, sabiendo que el bebé moriría si no se les permitía entrar en EE.UU. Pero la CBP se negó a hacer una excepción. De hecho, por lo que sabemos, el CBP ha rechazado todas las solicitudes de excepciones humanitarias en la frontera entre Texas y México desde que se emitió la prohibición en marzo.

"Estaba tan deprimida después de enterarnos de que los funcionarios se negaban", dijo Lina. "No podía levantarme de la cama ni comer".

Debido a la redacción legal de la orden, no podíamos recurrir la decisión del CBP ante los tribunales. Pero aunque un juez no tenía poder en este caso, el público sí lo tenía. GRM publicó un vídeo en Facebook, llamando a la gente a la acción, y provocó una protesta pública. La oficina del Congreso local se puso en contacto con el CBP en relación con Lina y Hank, y gracias a esos esfuerzos Lina y Hank tuvieron la oportunidad de presentar su caso en persona a los funcionarios del puerto de entrada.

La pareja corrió al puerto de entrada, donde el CBP permitió a Lina entrar en Estados Unidos, pero se negó a admitir a Hank. 

"Tenía mucho miedo de estar sola. No conocía a nadie en Estados Unidos y no sabía hablar inglés", recuerda Lina. "Las dos lloramos cuando nos separaron". 

Lina esperó unas ocho horas bajo custodia del CBP, sufriendo cada vez más dolores de espalda, hasta que el CBP la liberó en el puerto de entrada de Brownsville y le indicó la dirección de la estación de autobuses, donde Peña la recogió. 

Lina vive ahora con su familia en el sur de Florida, y el GRM le consiguió atención médica gratuita en las cercanías. 

"Los médicos son muy amables y especialistas en el tipo de cuidados que tanto mi bebé como yo necesitamos para sobrevivir", dice Lina. 

Esta historia tiene un final aún más feliz: Lina acaba de dar a luz, el bebé ha sido operado y tanto la madre como el bebé se encuentran bien. Estoy agradecida por el pequeño papel que desempeñé en el caso, pero me preocupa cuántos otros casos terminan con un final distinto.

*Seudónimos utilizados para la seguridad de los clientes.

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