Refugiados que apoyan a refugiados: Mykola, Rumanía
Por Beverly Goldberg y Sharon Samber
HIAS.org
10 de septiembre de 2024
Muchos de los cientos de empleados de HIAS en todo el mundo fueron en su día refugiados. En nuestra nueva serie Refugiados apoyando a refugiados, contamos las historias de estos colegas. Lee los artículos anteriores de esta serie aquí.
Como gerente de un gran restaurante en su ciudad natal de Odesa (Ucrania), Mykola Koltun pensaba que su vida era estable. Supervisaba a un equipo de casi 200 empleados y trabajaba duro. En su tiempo libre, trabajaba como voluntario para organizaciones benéficas que ayudaban a niños discapacitados.
Pero en 2022, todo cambió repentinamente con la llegada de la guerra a gran escala a Ucrania. Cuando el conflicto llegó a Odesa, la familia de Koltun dejó atrás su vida y cruzó a la vecina Rumanía en busca de seguridad. Tras llegar a Bucarest, a Koltun le preocupaban los retos de integrarse en una cultura completamente distinta. Sin embargo, su familia encontró poco a poco su camino.
"Rumanía es un país que no estaba acostumbrado a recibir refugiados, por lo que no había mucho apoyo a la integración aquí", dijo Koltun. "A pesar de las dificultades, la ayuda de las organizaciones locales y la cálida acogida del pueblo rumano facilitaron la transición".
Koltun empezó como voluntario ayudando a otros refugiados en centros de acogida. Hoy trabaja como coordinador de inclusión económica y compromiso comunitario de HIAS Rumanía. Dedica su tiempo a ayudar a otros refugiados que llegan al país y que se enfrentan a las mismas dificultades que su familia pasó en su día.
"Ver a las personas recuperar su dignidad, ser autosuficientes e integrarse con éxito en sus nuevas comunidades gracias al apoyo que reciben con HIAS me produce una inmensa satisfacción."
Mykola Koltun, Coordinador de Inclusión Económica y Participación Comunitaria, HIAS Rumanía
Como especialista en extensión comunitaria, Koltun se ocupa principalmente de poner en contacto a los refugiados ucranianos en Rumanía con servicios como clases de idiomas, programas de formación profesional, asistencia médica y ayuda financiera. También ayuda a impartir talleres de formación para mejorar la situación financiera de los refugiados.
"Quiero ser lo más útil posible para mi comunidad", afirma. "Es mi forma de contribuir aunque no esté en Ucrania".
Estas contribuciones ya han sido significativas. Tras convencer por fin a un refugiado ucraniano de que buscara atención médica, el hombre recibió una operación muy necesaria. Una mujer mayor a la que Koltun ayudó a encontrar trabajo sigue viniendo todos los meses a darle las gracias.
Koltun se lo toma todo con calma. "Mañana será otra historia", afirma.
A pesar de estar a 350 millas de su vida anterior y no poder regresar, Koltun encuentra alegría en muchas cosas. Le encanta viajar con su familia, sobre todo para explorar pueblos en las montañas. Pero lo más importante es que su trabajo le da sentido.
"Ver cómo las personas recuperan su dignidad, se vuelven autosuficientes y se integran con éxito en sus nuevas comunidades gracias al apoyo que reciben de HIAS me produce una inmensa satisfacción", afirmó.