Refugiados que apoyan a refugiados: Kefa, Chad

Kefa Mushagalusa Mayange ha pasado toda su vida en movimiento.

Su carrera en el sector humanitario le ha llevado a países como Nigeria, Níger y Chad. Sin embargo, no siempre ha viajado por elección propia.

"Ha sido un viaje difícil llegar hasta aquí", dijo.

Kefa creció en una aldea del este de la República Democrática del Congo, donde la mayoría de la gente se dedicaba a la agricultura. "En mi aldea, solíamos comer muchos alimentos de producción local, como el fufu, que es puré de tubérculos como la yuca, con sopas y ternera".

La comida que Kefa comía de niño le trae buenos recuerdos. Al igual que la música que aún hoy le gusta escuchar desde su actual hogar en Yamena (Chad). La rumba, su género musical favorito, combina elementos del swing, el blues y el jazz en varios idiomas. Representa la diversidad cultural de la República Democrática del Congo,

"Crecí hablando swahili y mashi, pero también aprendí francés más tarde. Gracias a la música y a la interacción con los vecinos, también aprendí algo de lingala y ruandés", explica Kefa.

A pesar de sus felices recuerdos, Kefa y su familia se convirtieron en desplazados internos en la República Democrática del Congo debido a los enfrentamientos entre grupos armados en la provincia de Kabare. Vivieron en diferentes regiones del país durante años, hasta que finalmente huyeron a Uganda en 2007.

Para Kefa, Uganda es donde aprendió a superar las dificultades. Aunque ya había terminado una carrera universitaria en desarrollo rural y diseño de proyectos en su país de origen, se encontró trabajando en múltiples empleos que nada tenían que ver con sus estudios.

Demostrar sus habilidades era todo un reto, y le resultaba especialmente difícil hacerlo en otro idioma.

Pero al final, alguien se arriesgó con él.

"Conseguí mi primer trabajo en el sector en Uganda, en una ONG que apoyaba a otros refugiados. La entrevista fue difícil porque entonces apenas sabía hablar inglés y respondía a muchas preguntas en francés", cuenta Kefa. Sin embargo, el director de la ONG comprendió que Kefa sabía lo que hacía y que tenía experiencia relevante, así que le ofrecieron un trabajo que lo cambió todo.

Casi 20 años después, Kefa trabaja ahora como director de programas de HIAS Chad, donde utiliza sus amplios conocimientos y experiencia en el sector humanitario para apoyar a los refugiados que huyen del conflicto en Sudán.

Su propia experiencia personal es lo que le motiva cada día, ya que le ha ayudado a comprender en profundidad las dificultades a las que se enfrentan los refugiados en Chad.

"Cuando eres refugiado estás más limitado que otros, y empiezas a darte cuenta de cómo un cambio en tu estatus legal y en tu bienestar puede cambiar tu vida de muchas maneras", dijo Kefa.

"Puedes empezar una carrera de verdad, puedes expresarte sin miedo y con más libertad, e incluso puedes elegir dónde quieres vivir", dijo.

Ahora, se siente feliz de levantarse cada mañana y apoyar a otros refugiados que sueñan con una vida mejor, como hizo él cuando llegó por primera vez a Uganda.

"HIAS devuelve la esperanza a los refugiados aquí en Chad, y nuestro equipo forma parte de ello".