Que nuestras lamentaciones abran nuestros corazones a la acogida

Que nuestras lamentaciones abran nuestros corazones a la acogida

El año pasado, HIAS Chad respondió a una crisis cuando 16.000 refugiados sudaneses cruzaron la frontera tras la violencia interétnica que les obligó a huir de sus hogares.

HIAS Chad

Este sábado la comunidad judía celebra Tisha B'Av, día de profundo luto que conmemora la destrucción de los dos antiguos templos de Jerusalén, que condujo al exilio del pueblo judío durante siglos. Es casi imposible comprender que hoy haya más de 82 millones de personas desplazadas en todo el mundo. En este Tishá BeAv, al leer el libro de las Lamentaciones, lloramos las pérdidas sufridas por los refugiados y los solicitantes de asilo, así como los traicioneros viajes que emprenden en busca de seguridad y libertad.

Lamentamos sus dificultades para pagar la comida, el alquiler y otras necesidades. 

Lamentamos las condiciones de hacinamiento, la falta de agua potable y la falta de acceso a la atención sanitaria que han dejado a los refugiados especialmente vulnerables a contraer el COVID-19, así como las desigualdades existentes que la pandemia ha puesto al descubierto, como la falta de acceso a las vacunas, a la educación y la amenaza de la violencia doméstica.

Lamentamos que haya entre nosotros y en todo el mundo quienes vean a los refugiados y solicitantes de asilo como amenazas, en lugar de como vecinos potenciales, contribuyentes a la sociedad, seres humanos que quieren para ellos y sus familias lo mismo que nosotros queremos para nosotros y nuestras familias: seguridad física y psicológica, empleo estable, vivienda segura y acceso a la educación. 

Lamentamos el dolor y el trauma ya infligidos a quienes buscaron protección y fueron recibidos con crueldad. Incluso cuando vemos que las políticas de Estados Unidos empiezan a cambiar hacia un enfoque más justo y humano hacia los refugiados y solicitantes de asilo, sabemos que aún queda trabajo por hacer.

Lamentamos que políticas como el Título 42 sigan negando a las personas su derecho fundamental y legal a solicitar asilo en Estados Unidos. 

Nos lamentamos y lloramos. Y nos levantaremos de Tisha B'Av con renovada determinación para luchar por la justicia, y para dar a los refugiados y solicitantes de asilo acogida, seguridad y oportunidades.

 

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