Presentación del Centro HIAS de Políticas sobre Refugiados de HIAS 

La población mundials de refugiados y desplazados continúan alcanzando nuevos máximos. Estas personas se enfrentan a retos extraordinarios debido a factores como la guerra, el cambio climático y la xenofobia. Su difícil situación y sus desplazamientos se han convertido cada vez más en una cuestión política de primer orden en todo el mundo. HIAS es la organización de reasentamiento de refugiados más antigua del mundo y lleva más de un siglo prestando servicios fundamentales a millones de refugiados y desplazados en todo el mundo. Con el fin de aprovechar esta experiencia y crear un centro intelectual de investigación y análisis político, HIAS pone en marcha el Centro de Política sobre Refugiados. La misión del Centro es producir conocimientos, ideas y recomendaciones para educar y asesorar a los responsables políticos y otras partes interesadas sobre cuestiones que afectan a los refugiados y desplazados en todo el mundo.

En vísperas de la inauguración oficial del Centro, hablamos con su director, Guillermo Cantor.

¿Por qué es un momento tan oportuno para poner en marcha un centro político dedicado a los refugiados?

Yo diría que hay factores externos e internos. En primer lugar, la situación de los desplazamientos forzosos en el mundo nunca ha sido peor. Hay más de 100 millones de desplazados for zosos en todo el mundo. Algunas de ellas han huido de conflictos armados o de la violencia. Otras han sido perseguidas por lo que son o por lo que creen. Y, al mismo tiempo, hay muy pocos lugares dispuestos a protegerlos y acogerlos. Como consecuencia, muchos desplazados pierden la vida en travesías traicioneras y nunca llegan a ponerse a salvo, y muchos de los que sí alcanzan tierras seguras soportan un estatus legal precario y temen ser devueltos a sus países de origen.

El acceso a protección legal es uno de los muchos retos a los que se enfrenta esta población. Los desplazados forzosos necesitan reconstruir sus vidas tras pasar por circunstancias traumáticas. Necesitan encontrar recursos económicos para mantenerse a sí mismos y a sus familias, asegurarse un lugar donde vivir y, en muchos casos, aprender un nuevo idioma y enviar a sus hijos a la escuela. En este contexto, HIAS creó el Centro de Políticas sobre Refugiados para ayudar a llenar un vacío crítico: la necesidad de soluciones políticas basadas en evidencias y centradas en los beneficiarios que conduzcan a un impacto mensurable en la vida de las personas refugiadas.

Para HIAS, el lanzamiento del Centro es un paso más en un proceso de transformación y crecimiento que hemos experimentado como organización en los últimos años. Ahora tenemos oficinas en más de 20 países y atendemos a más de un millón de refugiados y desplazados al año. Eso nos da una visión única de los retos de protección e integración a los que se enfrentan estas poblaciones. Una de las razones para crear el Centro es poder aprovechar de forma más eficaz nuestra experiencia sobre el terreno y el acceso directo a la información. Nuestro objetivo final es poder elaborar y comunicar recomendaciones políticas viables basadas en pruebas que tengan un impacto real.

En su opinión, ¿cuáles son las principales lagunas en el conocimiento y la comprensión de la problemática de los refugiados?

Creo que debemos entender que, aunque algunos de los problemas relacionados con los desplazamientos forzosos son sistémicos y amplios -por ejemplo, quién está y quién no está cubierto por los marcos jurídicos existentes o el grado en que los países receptores están dispuestos a comprometerse a acoger refugiados u ofrecer procesos justos a los solicitantes de asilo-, las circunstancias y realidades de los distintos grupos de refugiados y otros desplazados forzosos son diferentes y requieren soluciones a medida. Una de nuestras prioridades es centrar la perspectiva de los refugiados y otros desplazados forzosos en el trabajo que realizamos. Es nuestro compromiso garantizar que tanto nuestra comprensión de las cuestiones relativas a las poblaciones desplazadas, como las recomendaciones políticas que se derivan de las investigaciones que publicamos, reflejen las voces y prioridades de quienes se ven directamente afectados por el desplazamiento.

¿Cuál describiría como la singularidad del Centro? ¿Qué lo diferencia de otros think tanks?

Creo que lo que nos hace únicos es lo que somos. HIAS es una organización con una historia muy rica en este ámbito. Hemos desempeñado un papel fundamental proporcionando seguridad y protección a los refugiados más vulnerables del mundo durante más de 100 años. Desde principios del siglo XXI, HIAS ha defendido y promovido los derechos de los refugiados de todos los orígenes. Y los programas existentes de HIAS en todo el mundo han tenido un impacto mensurable en la vida de las personas. Esto hace de HIAS una organización con una credibilidad establecida.

Gracias a nuestro trabajo en Estados Unidos y en países de América Latina, África, Europa y Oriente Medio, mantenemos relaciones de confianza con las comunidades afectadas, lo que nos permite acceder a la información más matizada. Estamos en una posición única para conocer de primera mano los retos a los que se enfrentan las poblaciones desplazadas y ofrecer alternativas basadas en pruebas para que las consideren los responsables políticos.

¿Cómo decidió centrar su carrera en cuestiones de política de refugiados?

No creo que pueda señalar un momento o factor específico. Siempre me han cautivado las historias de personas que encontraron en la emigración una vía de supervivencia y cómo, a pesar de enfrentarse a enormes desafíos, fueron capaces de reconstruir sus vidas. Estoy segura de que la historia de mi familia y mi propia educación influyeron. Crecí escuchando las historias de mis abuelos y bisabuelos que habían huido del antisemitismo y los conflictos armados en lo que entonces era el Imperio Ruso, o de la pobreza extrema en otras partes de Europa. Emigraron a Argentina sin recursos, sin conocer a nadie ni hablar el idioma, y con el tiempo pudieron rehacer sus vidas. Siempre estuvieron muy agradecidos por las oportunidades y la estabilidad que encontraron en Argentina. Irónicamente, al crecer también pude observar de primera mano el lado opuesto, cómo un país puede volverse poco acogedor y amenazador. Crecí en Argentina bajo una dictadura, en un contexto en el que muchas personas eran perseguidas, secuestradas, exiliadas o asesinadas por las autoridades gubernamentales.

Como socióloga, soy especialmente sensible a las múltiples formas en que el contexto social determina nuestras oportunidades en la vida. Desde el principio de mi carrera, me ha atraído la idea de basarme en la investigación en ciencias sociales para promover la justicia y el cambio social. Y el campo de la política de migración y refugiados sigue planteando numerosos retos que requieren una comprensión más matizada, nuevas respuestas y nuevas ideas. A través de mi trabajo he tenido la oportunidad de hablar con muchas personas desplazadas de sus países de origen, escuchar sus historias e intentar comprender qué se siente al estar en su lugar. Soy consciente de mi relativo privilegio y me siento profundamente comprometida con ellos y con otros que han sido igualmente desplazados. Como todos los demás, merecen la oportunidad de vivir vidas seguras, estables y prósperas.

¿Cuáles son sus objetivos para el Centro?

A corto plazo, mi objetivo es establecer el centro. Y con ello me refiero a crear un equipo, establecer mecanismos eficaces de coordinación con los colegas que trabajan sobre el terreno para que podamos supervisar y analizar las cuestiones en tiempo real, establecer nuevas asociaciones y desarrollar un programa de investigación sobre políticas oportuno. Pero mi objetivo final es que el Centro de Políticas sobre Refugiados de HIAS se convierta en una fuente de información y análisis fiable sobre una serie de cuestiones de política de refugiados, una voz de confianza en el debate público y un agente de cambio. En este sentido, nuestra prioridad es no sólo ayudar a dar forma a la conversación, sino también, en última instancia, promover soluciones políticas que sean significativas para las personas directamente afectadas por el desplazamiento y que tengan un impacto concreto en sus vidas.