Celebración de las madres refugiadas y solicitantes de asilo

Celebración de las madres refugiadas y solicitantes de asilo

Elizabeth sostiene a su hijo Daniel, de tres años, recientemente admitido en Estados Unidos gracias a la ayuda de HIAS, en la sede de la organización en Silver Spring, marzo de 2018.

(HIAS)

Este Día de la Madre, HIAS celebra a las madres refugiadas y solicitantes de asilo de todo el mundo que lo dan todo para construir un futuro más seguro para sus familias. Contra todo pronóstico, estas mujeres siguen adelante para que sus hijos puedan crecer sin miedo ni violencia.

En Chad, Abderrahmane, refugiada darfurí y madre soltera de cuatro hijos, no dejó pasar la oportunidad de aprender a hacer pan y mantener a su familia. "Aprendí a hacer varios tipos de pan que nunca había visto antes y que ahora se han convertido en mi fuente de sustento", afirma. "Desde que adquirí estos conocimientos, mi vida ha cambiado a mejor, porque ahora puedo cuidar de mí misma y de mis hijos. Ahora puedo enviarlos a la escuela como los demás niños".

Denia, una mujer afroindígena de Honduras, pasó años vendiendo ropa en la calle, luchando por criar a su hijo y a su hija mientras vivía con un marido maltratador y recibía amenazas de muerte de los miembros de una banda. Ante la continua violencia dentro y fuera de casa, finalmente decidió emprender el agotador y traumático viaje a Estados Unidos, donde recientemente consiguió asilo con la ayuda de HIAS.

Tras escapar de una relación extremadamente abusiva en El Salvador, que la obligó a dejar a su hijo pequeño con su madre, Elizabeth huyó a Estados Unidos y acabó en Maryland. Tras más de año y medio de presentar su caso, le concedieron el asilo y siguió luchando durante 14 meses más para poder traer a su hijo pequeño. Daniel y Elizabeth se reunieron esta primavera.

Las madres refugiadas y solicitantes de asilo encuentran formas innovadoras de ganarse la vida y alimentar a sus hijos en condiciones imposiblemente duras. Viajan por tierras desconocidas y luchan valientemente por conseguir asilo para sus familias. Y cuando por fin llegan a un lugar seguro, su trabajo continúa ayudando a sus hijos a asimilarse a nuevas vidas y culturas.

Se necesita una fuerza y un coraje increíbles para hacer lo que hacen. Así que, por favor, únanse a nosotros en el reconocimiento a las madres refugiadas y solicitantes de asilo de todo el mundo que van más allá, hoy y todos los días. Están construyendo el futuro que todos necesitamos.

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