Despertar a los refugiados
Por la rabina Jennie Rosenn - Vicepresidenta de Compromiso con la Comunidad
Sep 23, 2014
Hace poco llegué a HIAS tras haber trabajado durante muchos años en la comunidad judía implicando a judíos y comunidades, instituciones y recursos judíos en cuestiones de justicia social y económica. Como muchos judíos estadounidenses, quizá incluso la mayoría, no había pensado mucho en la cuestión de los refugiados. Sí, sabía que nuestra narrativa principal, la historia del Éxodo, es una historia de nosotros como refugiados que huimos de la persecución. Por supuesto, sabía que los judíos hemos sido refugiados una y otra vez a lo largo de la historia. Incluso conocía nuestra obligación judía de amar al extranjero. Pero este año me he dado cuenta de que la situación de los refugiados es una de las mayores crisis de nuestro tiempo, junto con la pobreza mundial, el cambio climático y la desigualdad económica.
Siento que he despertado a una realidad que antes no veía ni oía del todo. Sin embargo, no creo que uno tenga que trabajar para una organización de refugiados para despertar a la gravedad de este asunto. De hecho, me gustaría pensar que incluso si no hubiera venido a trabajar aquí, me habría dado cuenta de la magnitud de esta crisis mundial, quizá espoleada por los millones de refugiados sirios obligados a huir de sus hogares o las decenas de miles de niños no acompañados que han llegado a nuestra tierra este verano en busca de seguridad.
Estamos en la época del despertar. A medida que nos acercamos a las Altas Fiestas y reflexionamos sobre nuestras vidas y el mundo en el que vivimos, se nos desafía a ver cosas que no hemos visto con claridad y a escuchar cosas que no hemos oído antes. Los toques de shofar nos sacuden de nuestras rutinas y cortan el ruido y el bullicio de nuestras vidas; nos llaman a conectar con lo más esencial.
Este año, cuando escuchemos los toques del shofar, mientras el sonido reverbera en nuestros oídos, oigamos las voces de los refugiados. Sabemos que están ahí, millones de personas en todo el mundo perseguidas e incapaces de vivir seguras en sus países de origen. Revolotean en la periferia de nuestra conciencia cuando miramos una fotografía, ojeamos una estadística más, o escuchamos fragmentos de las noticias. Dejemos que los toques de shofar nos despierten de la difícil situación de las personas cuyas vidas están amenazadas simplemente por ser quienes son.
La explosión de Tekiah: Despiértanos a las voces de los refugiados tan a menudo ahogadas.
Los sones cadenciosos de shevarim: Nos llevan a recordar las épocas de la historia en las que nosotros mismos éramos refugiados y estábamos destrozados.
Los estallidos entrecortados de teruah: nos recuerdan a los refugiados de hoy: vidas destrozadas, familias separadas y desplazadas.
El soplo perdurable de tekiah g'dolah: Sosténganos para no abandonarlos porque estamos cansados, porque estamos ocupados, porque nuestro mundo está tan lleno de asuntos clamando por nuestra atención.
Espero que este año te unas a mí para despertar a las vidas y luchas de los refugiados y para aprender lo que podemos hacer para ayudarles a rehacer sus vidas.