Para los solicitantes de asilo, la aplicación CBP One plantea grandes retos

El 7 de agosto, muchas personas solicitantes de asilo que esperaban en el norte de México recibieron una buena noticia. Se les notificó por correo electrónico que se les concedió una cita para presentarse en un puerto de entrada, el primer paso para solicitar asilo en los Estados Unidos.

Pero cuando consultaron CBP One, la aplicación móvil utilizada por el Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos (CBP) para programar estas citas, sus esperanzas se desvanecieron. No había ningún registro de su cita en el sistema. El mensaje se había enviado por error.

"Algunas personas, cuando recibieron el correo electrónico, llamaron a sus familias para decirles: '¡Tenemos la cita!'; luego descubrieron que era un error", dijo Rocío Meléndez Domínguez, abogada de HIAS México. "Estaban muy tristes. Estaban confundidas. Pensaron que tal vez habían hecho algo para borrar su cita, pero fue sólo un error tecnológico, como una falla".

Los correos electrónicos con citas erróneas son sólo uno de los muchos problemas que han afectado a las personas usuarias de CBP One desde que la funcionalidad de la aplicación se amplió en enero de 2023, permitiendo a los no ciudadanos que buscan asilo en la frontera entre EE.UU. y México, a programar citas a través de su aplicación móvil. A pesar de los graves problemas técnicos que acompañaron a ese lanzamiento, muchos de los cuales han persistido a través de múltiples actualizaciones, la Administración de Biden ha hecho desde entonces de CBP One una parte clave de su política fronteriza.

Con la aprobación de la prohibición en mayo de 2023, la aplicación se convirtió en la única opción viable para casi todas las personas que intentan solicitar asilo en los Estados Unidos. En virtud de la medida, aquellas que se acercan a la frontera sin una cita CBP One o que cruzan entre puertos de entrada legales, son en gran medida inelegibles para solicitarlo. La aplicación debía simplificar un proceso criticado por ineficiente, lento y caprichoso, pero casi seis meses después de la entrada en vigor de la prohibición, CBP One sigue presentando obstáculos sustanciales para las personas solicitantes. Tanto la práctica de la CBP de rechazar a quienes solicitan asilo sin cita a través de CBP One, así como la prohibición en sí, enfrentan litigios en curso.

Para utilizar la aplicación CBP One para programar una cita, las personas que solicitan asilo deben estar ubicadas en el norte o centro de México. Después de registrarse para obtener una cuenta, los usuarios tienen una ventana de 23 horas cada día para solicitarla. Las citas se distribuyen aleatoriamente al día siguiente, reservándose una parte para los usuarios que lleven más tiempo con la cuenta abierta.

El mayor problema de CBP One es que la demanda supera con creces la oferta de citas disponibles. Al día sólo 1.450 citas están disponibles en los ocho puertos de entrada participantes, brindando acceso a solo una pequeña fracción del número de personas interesadas. El personal de HIAS México calcula que el tiempo promedio de espera es de dos meses. En las ciudades fronterizas, los albergues se encuentran por encima de su capacidad y muchas personas esperan sus citas en campamentos improvisados. Aquellas personas solicitantes de asilo suelen ser objeto de violencia y persecución mientras esperan.

Otro desafío importante son los mensajes de error y los fallos de la aplicación. Según compartieron participantes de HIAS, la aplicación se bloquea con frecuencia, no acepta sus fotos o tiene un mecanismo de geolocalización defectuoso que les impide concertar citas. Algunos errores se etiquetan incluso como "fraude detectado", lo que angustia a las personas solicitantes de asilo que creen que se les acusa de un delito.

Exigir a las personas solicitantes de asilo que utilicen la aplicación móvil CBP One también representa enfrentarse a muchas barreras de acceso. Muchos de los y las participantes de HIAS indicaron no contar con teléfonos inteligentes o con los conocimientos digitales necesarios para utilizar la aplicación. Las personas solicitantes de asilo también se enfrentan a limitaciones para el acceso fiable a Internet o electricidad, y algunas informaron de que los teléfonos móviles que utilizaron para registrarse en CBP One, les fueron robados o los perdieron, dificultando el acceso a sus cuentas. Además, la aplicación sólo funciona en tres idiomas -inglés, español y criollo haitiano- con lo cual, no cubre todas las lenguas habladas por las personas que solicitan asilo en los Estados Unidos.

"CBP One es muy complicado para la mayoría de la gente. El proceso de registro es complejo", dijo Luis*, un colombiano que habló con el personal de HIAS en Tapachula bajo condición de anonimato. "Hacen preguntas complicadas que la gente no sabe responder, como por ejemplo si la gente ha viajado en el último año. No todo está disponible en español, a pesar de que la aplicación te permite elegir el idioma".

La desinformación, las estafas y la explotación rodean el uso de CBP One. Existen personas que cobran dinero para registrar cuentas o citas para las personas solicitantes de asilo. En algunos casos, individuos lejos del norte o del centro de México, cobran a los solicitantes de asilo para registrarles o para obtener citas a través de CBP One mediante una VPN; algunas citas se obtienen con éxito de esta manera, mientras que algunas personas se les envían confirmaciones de citas falsas. Algunas víctimas de estas estafas han denunciado haber pagado desde unos pocos dólares hasta miles de dólares por ayudas con la aplicación CBP One.

Los rumores circulan y son difundidos tanto por contrabandistas que tratan de sacar provecho de la confusión, como por compañeros solicitantes de asilo bienintencionados pero mal informados. Por ejemplo, que se dejará de utilizar CBP One, que es más rápido y fácil cruzar entre puertos de entrada que esperar una cita, y que el CBP One da prioridad a las mujeres solteras con hijos.

"Es imposible encontrar un lugar donde haya información precisa sobre [CBP One]", dijo Luis. "Debería haber centros con puntos de conexión Wi-Fi donde puedas encontrar a alguien que te ayude a registrarte. Hay lugares en Tapachula donde la gente puede ayudarte con el registro - pero te cobran".

Desde el principio, el personal de HIAS México ha estado trabajando para ayudar a las personas participantes, a mantenerse informadas y a asegurar las citas de CBP One. HIAS México comparte información sobre los cambios en políticas y sobre cómo utilizar la aplicación. También desacredita la desinformación a través de la divulgación de información confiable mediante sus redes sociales y de la charla informativa "Conoce tus derechos". El personal trabaja con los y las participantes, para superar errores por medio de la asistencia técnica, incluida la ayuda para borrar la memoria caché de la aplicación, cambiar la zona horaria del teléfono, y, cuando todo lo demás falla, tratar de ponerse en contacto con CBP. El personal también ayuda a aquellas personas que no tienen acceso a teléfonos inteligentes a registrarse en cuentas y citas.

Los psicólogos de HIAS México también ayudan a las personas a gestionar la carga emocional y psicológica de la espera de una cita. Esta asistencia abarca desde primeros auxilios psicológicos hasta consejos para controlar la ansiedad y otras emociones y conciliar el sueño. Sin embargo, los fracasos de la aplicación son producto de un abordaje fronterizo, que se ha quedado muy corto a la hora de resolver el problema.

"Este tipo de política produce mucha desesperación en la gente", dijo Meléndez Domínguez. "Es como comprar un billete de lotería y sentarse a esperar, a ver si te ha tocado".

*Seudónimo utilizado por razones de seguridad.