HIAS responde a la emergencia en Huaquillas

HIAS Ecuador está respondiendo a una emergencia en la frontera sur del país con Perú. 

Cientos de refugiados y migrantes venezolanos están atrapados en la ciudad de Huaquillas sin tener adónde ir porque la frontera está cerrada, mientras el gobierno peruano dice que está intentando detener la migración para evitar la propagación del virus COVID-19. La gente está durmiendo en las calles y bajo las gradas fuera de un estadio sin apenas protecciones contra el COVID-19, sin saber qué pasará después.

La situación ha empeorado en las últimas semanas, después de que Perú enviara a sus militares a patrullar la frontera el 26 de enero. Hasta 400 migrantes se encuentran ahora en Huaquillas, ciudad fronteriza de la provincia de El Oro. Un puente sobre el río Zarumilla conecta Huaquillas con la ciudad peruana de Aguas Verdes, pero el puente y todos los pasos oficiales están cerrados.

HIAS tiene una oficina en Huaquillas y también ha establecido un área especial en la calle principal para proporcionar asistencia alimentaria con el apoyo del Programa Mundial de Alimentos, así como asesoramiento. Los refugiados también pueden recibir derivaciones a otros servicios. La pequeña ciudad está desbordada por el número de refugiados y migrantes, y los principales problemas a los que se enfrentan los venezolanos son la alimentación, el saneamiento y el alojamiento. HIAS Ecuador ayudó a realizar un informe rápido de evaluación de necesidades junto con otros socios del grupo interinstitucional GTRM, incluido ACNUR, para determinar la mejor manera de ayudar.

Sabrina Lustgarten, directora de HIAS Ecuador, visitó Huaquillas y describió la situación como "desgarradora".

"Hay muchos niños, muchas familias que no tienen nada", dijo. "Puedes ver la vulnerabilidad y la desesperación".

Lustgarten conoció a un hombre que había venido caminando desde Venezuela con su hijo de un año. De pie, con un biberón en la mano, le explicó lo difícil que era llevar a su hijo todo el tiempo, por lo que tendría que volver andando a Venezuela y dejar a su hijo con su familia y quizá volver a intentar llegar a Perú. HIAS ayudó al hombre a conseguir un cochecito y a encontrar un lugar donde alojarse antes de emprender el regreso.

HIAS también está distribuyendo máscaras e intentando imponer el distanciamiento social, pero Lustgarten admitió que tales precauciones no son una prioridad para los refugiados que viven al día.

"Ves sus caras sin expresión", dijo. "No tienen esperanza en este momento".