Qué significa el ómnibus para los refugiados
Por Elizabeth Mandelman, Directora Asociada de incidencia
05 de mayo de 2017
(Eric Thayer-Pool/Getty Images)
El presidente Trump ha firmado hoy una ley de gasto público de 1,1 billones de dólares para mantener el Gobierno en funcionamiento hasta el 30 de septiembre, el final del actual año fiscal.
Dentro de ese enorme proyecto de ley hay algunas partidas de especial importancia para los refugiados que, tras huir de la guerra y la persecución, han encontrado seguridad en el extranjero o están empezando una nueva vida en Estados Unidos.
El proyecto de ley de gastos financia la Oficina de Reasentamiento de Refugiados a un nivel igual al del año fiscal pasado. La ORR supervisa la parte interna del reasentamiento estadounidense y facilita la integración y el éxito económico de los refugiados en este país. Esta financiación permitirá a la ORR y a sus organismos asociados (incluida la HIAS) seguir prestando servicios a los refugiados, asilados, refugiados no acompañados y niños solicitantes de asilo, inmigrantes cubanos y haitianos y beneficiarios de visados especiales para inmigrantes iraquíes y afganos.
También se incluyen 3.060 millones de dólares para Asistencia Migratoria a Refugiados, lo que supone 99 millones más de lo solicitado por la administración Trump. Esta financiación permitirá al Departamento de Estado de Estados Unidos proporcionar ayuda humanitaria a los refugiados en el extranjero, así como reasentar a los refugiados en Estados Unidos.
El proyecto de ley también amplía la Enmienda Lautenberg, que garantiza un medio seguro de salida a las minorías religiosas de Irán y la antigua Unión Soviética que reciban autorización para venir a Estados Unidos.
Este acuerdo de financiación, que se originó en la Cámara de Representantes y fue aprobado por ambas cámaras del Congreso antes de llegar a la mesa del Presidente para su firma, garantiza que el programa estadounidense de reasentamiento de refugiados dispondrá de fondos suficientes para el resto de este año fiscal. Esto significa que las comunidades de los estados de todo el país podrán seguir haciendo lo que ya hacen tan bien cada día: acoger a las familias de refugiados recién llegadas y ayudarles a integrarse ofreciéndoles un buen comienzo en su nuevo hogar.
El día de hoy supone una victoria para nuestros socios en Washington y en todo el país, que han abogado por que Estados Unidos siga apoyando la acogida y la protección de los refugiados. Pero aún podemos y debemos hacer mucho más.
Seguimos instando a la Administración Trump a reasentar al menos a 75.000 refugiados este año fiscal. Junto con más de 2.000 rabinos estadounidenses y 350 congregaciones de todo el país, seguiremos defendiendo que los refugiados hacen que nuestras comunidades sean más fuertes, y que debemos estar a la altura de nuestra orgullosa tradición de proteger y acoger a los refugiados.