Recordando hoy a las víctimas del genocidio en Yom HaShoah

Hoy, en Yom HaShoah, mientras honramos la memoria de los que perecieron en el Holocausto, no podemos olvidar que la limpieza étnica, alimentada por el odio, continúa hasta nuestros días.

En este día solemne me siento inspirado por personas como Manfred Lindenbaum, superviviente del Holocausto de 83 años, que utiliza su experiencia para que la gente hable de los refugiados y, en última instancia, se preocupe por ellos.  

Pocos días antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial, Manny y su hermano Siegfried abandonaron Polonia como parte de la misión de rescate de niños(Kindertransport) organizada por el Reino Unido. Su hermana mayor, Ruth, iba a subir al siguiente barco, pero se quedó atrás y pereció con sus padres en Auschwitz. Tenía 14 años. Su recuerdo le inspira a ayudar a los niños perseguidos hoy en día.

El año pasado, Manfred viajó a Polonia con seis nietos y tres de sus hijos adultos para desandar su ruta de huida. Juntos trazaron su épico viaje hacia atrás, cruzando la antigua frontera de Polonia a Alemania el 20 de junio, Día Mundial del Refugiado. Se asoció con HIAS para recaudar fondos y promover la protección de los niños vulnerables en países de toda África en la actualidad.

"Quiero que la gente entienda realmente las consecuencias no sólo del odio, sino también de la indiferencia", afirma. "Lo peor del Holocausto fueron los espectadores. Cuando la gente no se quedó de brazos cruzados, la diferencia fue enorme".

Mientras recordamos los horrores del Holocausto, denunciamos y actuamos en favor de otras personas cuyas vidas se ven amenazadas hoy en día simplemente por su fe o su origen étnico.

Una forma de actuar es pedir a nuestro gobierno que proporcione seguridad y refugio aquí en Estados Unidos a más refugiados que han huido del genocidio. Para ello, debemos instar al gobierno estadounidense a que aumente la cuota anual de admisión de refugiados de 70.000 a 100.000 personas.

"No olvidar nunca" significa algo más que conmemorar nuestro pasado. Significa hacer todo lo posible para garantizar un futuro mejor a quienes hoy huyen del genocidio.

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