HIAS y Airbnb ayudan a las madres a encontrar un nuevo hogar

Por Sharon Samber, HIAS.org

 

 

Un hogar es más que una casa: es cobijo, abrigo, calor y, a menudo, bondad. 

Desde 2019, HIAS y Airbnb han trabajado juntos para proporcionar refugio de emergencia a refugiados y desplazados forzosos. La asociación, que comenzó en Ecuador y Estados Unidos, antes de expandirse a Perú y Colombia en 2020, garantiza que los refugiados puedan establecerse de forma segura en su nuevo país y encontrar un lugar temporal donde alojarse por problemas de salud o planificar los siguientes pasos en su ruta migratoria. En 2021, HIAS amplió su respuesta a la crisis de refugiados venezolanos lanzando un programa en Guyana.

Este Día de la Madre le traemos las historias de varias mujeres cuya vida familiar se vio alterada, pero que encontraron un lugar donde quedarse para mantener a salvo a sus familias.

Gina, Rusmary y Odiarquis (Ecuador)

Gina es una cocinera que salió de Colombia llevando a su hija pequeña y una sola maleta con una bolsa de ropa. Al principio encontró trabajo lavando platos y luego conoció HIAS. "Me disteis un techo", dice, recordando cómo HIAS la puso en contacto con una casa de acogida de Airbnb. Ahora Gina está trabajando y haciendo varios cursos y dice que tiene que ser fuerte por su hija. "Este hermoso trabajo de ser madre nunca termina", dice. 

Cuando llegó de Venezuela, Rusmary no tenía dónde dormir, así que se quedó en la calle. Entonces alguien le habló de HIAS y se alojó en casa de Odiarquis. Rusmary, que dio a luz durante su estancia en Airbnb, está ahora alquilando una casa y dando los primeros pasos hacia la estabilidad. Odiarquis es cubana y ella misma fue una refugiada que abandonó su país con sus hijos pequeños. "Ser madre te empuja a seguir adelante, y ser anfitriona me permite apoyar a familias que, como yo, buscan un futuro mejor para ellas y sus hijos", afirma.

Carolina (Guyana)
Carolina, venezolana y madre de cinco hijos, vive en una comunidad indígena de la zona interior de Mabaruma, en Guyana. En Mabaruma, los servicios sanitarios son limitados, por lo que Carolina se desplazó a Georgetown, la capital, para dar a luz a su bebé. La atendieron en el hospital local, pero le dieron el alta y le pidieron que volviera más adelante. Como no tenía dónde quedarse, Carolina pidió ayuda a HIAS y pudo alojarse en un Airbnb. Dos días después dio a luz a un niño sano. Carolina pasó unos días más en la casa antes de regresar para estar con el resto de su familia. El pueblo guyanés ha acogido calurosamente a los venezolanos necesitados, señaló Andrea Ortiz, directora de programas de HIAS Guyana.

Davielys (Colombia) 

Davielys Crespo Alvares, madre de tres niñas, llegó a Colombia procedente de Venezuela. A causa de COVID-19, su marido perdió el trabajo y la familia necesitó alojamiento temporal en Barranquilla. HIAS la ayudó a encontrar un lugar durante varias semanas. "El refugio es lo más importante para nosotros", dijo Davielys. "Necesitamos encontrar un lugar seguro para nuestras hijas".

Belen y Marcia* (Perú)

Belén y Marcia, madre e hija que vivían juntas en Venezuela, tuvieron que separarse para empezar una nueva vida en Perú. Belén se fue primero a Lima y Marcia tuvo que criar a sus tres hijos sin su madre por primera vez. La directora de país de HIAS Perú, Erika Alfageme, dijo que, en 2020, HIAS Perú ayudó a 95 familias a encontrar un lugar temporal y seguro. Más de la mitad de esas familias tenían madres como cabeza de familia o madres que viajaban solas con niños como Belén y Marcia. "Cada día la echaba más de menos", dijo Marcia. "Decidí dejarlo todo para estar con mi madre y por mis hijos. En la unión está la fuerza". 

*Seudónimos utilizados para proteger la seguridad de los clientes.

 

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