Empoderamiento de las refugiadas venezolanas en Perú

Cuando HIAS Perú vio que podía involucrar a las mujeres refugiadas de Venezuela en el liderazgo y el trabajo en equipo, decidió organizar una fiesta de empoderamiento.

Hacia el final del verano, más de 90 mujeres refugiadas e inmigrantes se reunieron en este acto. Para muchas, estos talleres y clases les permitieron ser más libres y progresistas de lo que habían sido durante mucho tiempo. Estas mujeres abarcaban todas las edades y ocupaciones, desde adolescentes a ancianas, desde líderes comunitarias a empresarias. Este evento de un día de duración les dio la oportunidad de trabajar en la autoexpresión y los objetivos personales a través de talleres, bailes, meditación y canciones.

Los participantes celebraron el multiculturalismo durante una clase de danza afroperuana, moviéndose al ritmo del cajón peruano, un instrumento peruano. Hablaron de valentía, trabajo en equipo y valores.

Dayeryn, de 17 años, dijo que no estaba acostumbrada a dirigir presentaciones en la escuela y que, debido a la pandemia, se había vuelto menos sociable. Durante el acto empezó a relajarse y a sentirse cómoda. "Me di cuenta de que soy capaz de tomar mi propia iniciativa y de que puedo presentar ante un grupo grande", dijo. "Esta experiencia fue muy motivadora".

Varias mujeres dijeron que se sentían bien estableciendo relaciones con otras mujeres y agradecidas por tener el espacio para hacerlo.

"El objetivo de este tipo de eventos es brindar a las mujeres un espacio de acogida donde puedan sentirse seguras, y libres para expresarse", dijo Erika Alfageme, directora de HIAS Perú. "Son mujeres fuertes que llegaron al Perú para salir adelante y alcanzar nuevas oportunidades para ellas y sus familias. Queremos que recuerden que son importantes y que los espacios que traemos como HIAS están hechos para empoderarlas y construir su resiliencia e integración."

Algunas mujeres cantaron "Venezuela", un himno cultural, como forma de recordar las partes buenas de su tierra natal. Un grupo de líderes comunitarios incluso presentó una canción dedicada a HIAS, reconociendo el apoyo que HIAS brinda a los refugiados y migrantes en Perú. "HIAS siempre está ahí para nosotros", cantaron.

Todas las actividades, especialmente la clase de meditación, tuvieron un fuerte impacto en Deisy, de 51 años, quien dijo que HIAS hizo que todos se sintieran como en casa. "Me siento respetada, importante y apreciada", afirma.