Lectura con motivo del Día Mundial de los Refugiados

Los judíos somos un pueblo con muchas festividades, fechas reservadas para resaltar valores importantes que mantenemos a lo largo del año. El Día Mundial del Refugiado, el 20 de junio, es un día designado para asegurarnos de que prestamos atención a la difícil situación diaria de los refugiados, algo de lo que podríamos esforzarnos por ser siempre conscientes, pero que pasamos por alto en el ajetreo cotidiano de nuestras vidas. Esperamos que esta lectura le ayude a conmemorar este importante día:

En este día de verano, tan lleno de luz, tomamos nota, como individuos y como pueblo, de nuestras muchas bendiciones: nuestras vidas vividas en libertad y seguridad en este gran país, un país donde la diferencia no sólo se tolera, sino que se celebra.

Pero no siempre fue así para nosotros.

¿Cuántas veces fuimos extranjeros perseguidos en otras tierras? ¿Cuántas veces deseamos que otras naciones y pueblos nos vieran, oyeran nuestros gritos y respondieran a nuestras súplicas? ¿Cuántos de nosotros luchamos por construir nuevas vidas en tierras extrañas?

Que este Día Mundial del Refugiado sea un día en el que nos detengamos a pensar en los refugiados de nuestro mundo actual, aquellos que son perseguidos simplemente por lo que son o por lo que creen. Comprometámonos a conocer mejor sus circunstancias y hagamos todo lo que esté en nuestras manos para ayudarles a encontrar refugio y empezar a reconstruir sus vidas con seguridad y dignidad.

Que este Día Mundial del Refugiado reconozcamos el poder del día y, haciéndonos eco de las palabras de la Torá, amemos al extranjero como a nosotros mismos, pues extranjeros fuimos en la tierra de Egipto.

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